RCR, 21 de septiembre de 2020.- Juan Villena, infectólogo y exdecano del Colegio Médico del Perú, sostuvo que ante la disminución de contagios y muertes por COVID, la población no debe bajar la guardia y abandonar el uso de mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social, para evitar que se produzca un rebrote de la pandemia y vuelvan a colapsar los hospitales.
“El uso de las mascarillas está disminuyendo la contaminación de persona a persona. La cantidad de personas infectadas es tan alta que el virus ya no tiene a quien infectar, porque ya infectaron a sus contactos. Lo que sí puede suceder, si relajamos las medidas, es que un sector importante de la población todavía podría infectarse y otra vez se incrementaría el número de casos”, advirtió a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que “lo fundamental es evitar las aglomeraciones, no podemos llenar los vehículos de pasajeros”. “Ya que no tenemos el suficiente transporte público, tiene que cambiarse el horario de los trabajadores para que no haya tanta aglomeración en los paraderos. Un grupo debe entrar a las 7 am, otro a las 9 am y otro a las 11 am. Un grupo en la mañana, otro en la tarde. Debemos cambiar los horarios para que no se saturen los paraderos”, dijo.
Manifestó que el sector salud ha estado descuidado décadas. “Por eso es que hemos empezado la pandemia con un déficit de camas de cuidados intensivos y de atención primaria, de tal manera que decidieron cerrar ese servicio y descuidarla aún más para atender a los pacientes graves en los hospitales y a los más graves en cuidados intensivos. Eso es gravísimo en un país, el servicio tiene que ir hacia la población y eso es la atención primaria, para prevenir las enfermedades”, expresó.
“No se trata de mejorar solo el sector salud, sino las condiciones de vida de los peruanos. Ese es otro tema. Tenemos que cambiar el país, a los que nos gobiernan para llevarse el dinero de los peruanos. Es una pena enterarnos que lo que sospechamos sucede. Eso tiene que modificar”, precisó.
De otro lado, explicó que las IGM y las IGG son los anticuerpos, las defensas que nuestro organismo ha formado contra el virus. “La IGM se presenta primero y luego la IGG. Si nos hacen un análisis al quinto día de infección, lo más probable es que tengamos IGM positivo, a la segunda semana tendremos IGM más IGG, al mes debiéramos tener solo IGG, sin embargo con este virus el IGM persiste por un tiempo y aun no se sabe por qué razón. Cuando una persona tiene IGG es bueno, porque son personas que están curadas y ya no se deben volver a infectar”, detalló.
“En la prueba molecular, en el hisopado, encontramos el virus. En la prueba de sangre, que es la prueba rápida, encontramos los anticuerpos que se forman contra el virus. Cuando encuentran el virus en el hisopado, la persona en ese momento está infectada, va a desarrollar enfermedad, en ese momento transmite el virus, por lo tanto cuando empieza una epidemia la prueba ideal es el hisopado. Si yo quiero saber cuánta gente está infectada, protegida y ya no se va a enfermar, hago la prueba rápida para detectar a los IGG y los mando a repartir alimentos, ya no transmiten la enfermedad Todos los IGG deberían hacer delivery. Entonces, cuando hacemos los análisis es para seleccionar a los IGG positivos y que vayan a trabajar, no para aislarlos y asustarlos”, destacó.
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