Fuente: Andina
Miami, set. 14. El presidente Donald Trump es esperado este jueves en Florida para constatar los daños causados por el huracán Irma, mientras autoridades investigan la muerte de ocho residentes de un asilo de ancianos que se quedó sin electricidad por el paso de la tormenta.
Si estas víctimas se suman oficialmente a la cifra de muertos por Irma, el balance provisional queda en 20 fallecidos en Florida y unos 40 en el Caribe.
El fallecimiento de los ancianos, informado el miércoles, demuestra la urgencia de restaurar el fluido eléctrico a millones de personas a lo largo de este estado del sur de Estados Unidos.
Trump y su esposa Melania llegarán a la ciudad de Fort Myers, donde se les informará -junto al vicepresidente Mike Pence- de los esfuerzos de recuperación tras el paso del huracán, según la Casa Blanca.
Los tres irán luego a la cercana Naples a encontrarse con víctimas de la tormenta.
La visita llega mientras los residentes que evacuaron Florida antes de la llegada de Irma luchan por volver a sus hogares, con decenas de miles de trabajadores trabajando contrarreloj para devolver la electricidad a millones de clientes.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo estar «absolutamente descorazonado» al saber de la muerte de los ancianos de una casa de retiro en Hollywood, en el norte de Miami.
Unos 115 residentes del ancianato fueron evacuados a un hospital cercano, algunos con signos de deshidratación y otros problemas relacionados con el calor -en medio de temperaturas superiores a 30ºC y una sofocante humedad-, por la falta de aire acondicionado debido a los cortes de luz.
Tres de los fallecidos tenían más de 90 años, incluyendo a Albertina Vega de 99. La víctima más joven tenía 70 años, según las autoridades.
Estas ocho muertes «pueden estar relacionadas con la pérdida de energía eléctrica por la tormenta», explicó Tomás Sánchez, jefe de policía de Hollywood, que también confirmó la apertura de una investigación criminal por el caso.
Scott exigió «respuestas sobre cómo se produjo esta tragedia» y pidió, en un comunicado, que los servicios de emergencia «verifiquen inmediatamente (…) que las residencias de ancianos y los establecimientos de vida asistida son capaces de garantizar la seguridad de sus residentes».
Sin pantalones
Residentes de Florida que atendieron los llamados de evacuación antes de la llegada de la tormenta, enfrentaban grandes embotellamientos para volver tras pasar pasar días en refugios o con amigos o familiares.
Irma, que tocó tierra el domingo de mañana en los Cayos de Florida como huracán categoría 4, provocó la emisión de órdenes de evacuación para más de seis millones de personas.
Algunos residentes de los Cayos de Florida presenciaban escenas de devastación luego de que la policía comenzara a levantar los bloqueos de carreteras para permitir el regreso de residentes a este conjunto de islas frente a la costa sur del estado.
Daniel Drum, de 67 años, ya sabía cuán grave era la situación porque pasó la tormenta en su casa de dos pisos en el Cayo Cudjoe, donde Irma tocó tierra estadounidense.
El miércoles, bajaba en una escalera de lo que había sido el piso superior de su casa, vestido solo con ropa interior y sandalias porque el viento voló toda su ropa.
Las paredes de su casa también volaron y solo quedaban los pilares que sostenían el piso superior.
«Tenía dos cestos llenos de ropa limpia y volaron por el aire. Mis pantalones, mi teléfono, mi billetera y todo lo demás también», dijo.
Al menos un cuarto de las casas de los Cayos quedaron destruidas, según la agencia federal de emergencia, que también apuntó que 65% de las construcciones sufrieron algún daño en estas islas habitadas por unas 70.000 personas.
Macron en el Caribe
En el Caribe, el presidente francés Emmanuel Macron viajó el miércoles a San Bartolomé tras visitar San Martín, ambos territorios de ultramar, para defender la acción de su gobierno ante la tragedia y garantizar un pronto «retorno a la normalidad» para estas dos islas arrasadas por Irma la semana pasada.
Francia, Gran Bretaña y Holanda han sido criticados por su accionar en sus territorios caribeños azotados por la tormenta.
Habitantes de las islas se quejan de problemas de seguridad y por la escasez de comida, agua y la falta de electricidad.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, visitó las Islas Vírgenes británicas y Anguila el miércoles y también destacó el «compromiso absoluto» con sus ciudadanos.
Mientras el rey de Holanda, Guillermo Alejandro, también estuvo en el lado holandés de San Martín, isla compartida con Francia.