Fuente: Futbolperuano.com
Brasil comenzó a montar un equipo netamente ofensivo para el Preolímpico 2020 que disputará este mes en Colombia, con un poderoso trío de atacantes y un creativo cuya titularidad se la turnan dos joyas de los clubes más populares del país: Pedrinho (Corinthians) y Reinier (Flamengo).
El técnico de la selección Sub’23 de Brasil, André Jardine, volvió a mostrar sus armas, y su intención de montar un equipo que juegue permanentemente al ataque, en el entrenamiento que comandó este martes en la Granja Comary, el centro de entrenamientos que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tiene en Teresópolis, ciudad serrana a 96 kilómetros de Río de Janeiro.
Desde que la selección preolímpica se concentró en Teresópolis, el pasado viernes, Jardine viene trabajando en sus entrenamientos con un equipo titular que incluye tres delanteros que ya son habituales en sus clubes: Antony (Sao Paulo), Matheus Cunha (Leipzig/ALE) y Paulinho (Bayer Leverkusen/ALE).
Por ahora el encargado de surtirles es Pedrinho, jugador de confianza del seleccionador, uno de los más convocados en el equipo y que ya garantizó la camisa número 10, pero que tendrá que dividir ahora esa responsabilidad con Reinier, que ganó notoriedad debido a que el Real Madrid está negociando su contratación.
Reinier fue campeón brasileño y de la Copa Libertadores en 2019 con el Flamengo y, según versiones de prensa, sus derechos federativos serán adquiridos por el Real Madrid en dos semanas, cuando cumplirá 18 años, por unos 30 millones de euros.
El centrocampista del Flamengo, que es uno de los más nuevos en la selección preolímpica, tan sólo participó en los primeros minutos del entrenamiento de hoy debido a que sintió molestias en la pierna derecha y tuvo que sentarse mientras era tratado con hielo y electroestimulación.
Según asesores de la CBF, el tratamiento fue preventivo debido a que el jugador llegó a Teresópolis al final de una temporada muy exigente en el Flamengo y sintió el cansancio acumulado tras las primeras prácticas con la selección.
Con Paulinho prácticamente garantizado como titular, Reinier disputa el puesto en la titular con Igor Gomes (Sao Paulo).
Brasil no esconde que su objetivo es conquistar el título del Preolímpico y garantizar uno de los dos cupos que el torneo ofrece para los Juegos Olímpicos de Tokio este año, en donde la Canarinha defenderá la medalla de oro que conquistó en Río de Janeiro 2016.
La selección tiene previsto viajar a Colombia el 16 de enero, tras dos semanas de entrenamientos en Teresópolis, en donde disputará dos amistosos preparatorios frente a los clubes Boavista y Portuguesa, de la liga de Río, los días 12 y 15 de enero.
El Preolímpico en Colombia comienza el 18 de enero, pero Brasil sólo debuta el 19 frente a Perú en la ciudad de Armenia. La Canarinha también se medirá en la primera fase a Uruguay, Bolivia y Paraguay, con los que quedó emparejado en el Grupo B.
Pese a que Jardine no pudo convocar a los considerados mejores brasileños en esta categoría, como los atacantes Vinicius Junior (Real Madrid/ESP) y Rodrygo (Real Madrid/ESP) y los laterales Émerson (Betis/ESP) y Renan Lodi (Atlético de Madrid/ESP), el único ausente entre los que fueron titulares en los últimos partidos es el centrocampista Douglas Luis (Aston Villa/ING).
La gran mayoría de los convocados para el Preolímpico viene trabajando junta hace varios meses y el técnico aprovechó esa base ya conocida, incluyendo su cuarteto ofensivo, para comenzar a montar el equipo titular que alineará en Colombia.
El equipo definitivo, sin embargo, sólo será anunciado tras los dos amistosos en Teresópolis, que el técnico aprovechará para probar las pocas caras nuevas entre sus convocados.
En la práctica de este martes en la cancha principal de la Granja Comary, Jardine comandó un entrenamiento táctico y técnico con todos sus convocados -sin ningún lesionado- en el que exigió a sus jugadores en el dominio del balón y puso a la defensa a medirse con el ataque.
El presidente de la CBF, Rogerio Caboclo, acudió al entrenamiento y almorzó en la Granja con los jugadores y con otros dirigentes de la Confederación en una actividad de incentivo que es habitual en las concentraciones de todas las divisiones.