Programa de Pastos Cultivados ayuda a animales a sobrellevar las bajas temperaturas.

RCR 13 de mayo 2019 .- Los ovinos peruanos tienen la resistencia para sobrellevar los friajes y heladas, siempre que cuenten con una buena alimentación y los cuidados sanitarios, indicó la ingeniera Rosario Isabel Díaz Ramírez, especialista en ganado vacuno de la Dirección de Ganadería del Ministerio de Agricultura y Riego

En el programa Ganadería y Desarrollo al Día, la especialista dijo que los ovinos criollos tienen la capacidad genética para defenderse de los fenómenos naturales, gracias a los diferentes cruces durante los cinco siglos de su presencia en el país.

Díaz Ramírez, relató que el proceso de crianza de ovinos se inició en el siglo 16, en la época colonial, con la llegada de los primeros ejemplares de la raza churra, originará de Castilla y León, España.

Agregó que en transcurso de los siglos se han producido diferentes cruces que ha originado una raza criolla, que actualmente alcanza el 80 por ciento de los 10 millones de ovinos que hay en el país.

La especialista del MINAGRI indicó que los ovinos criollos han sido capaces de defenderse de los fenómenos adversos originados por el cambio climático, por sus características genéticas.

Sin embargo, anotó que no es suficiente la resistencia genética, ya que los animales requieren una buena alimentación y adecuada atención sanitaria, condiciones que le permitirán el desarrollo de una cobertura de grasa bajo la piel, que se convertirá en su reserva cuando lleguen las heladas y no puedan acceder a pastos que quedarán cubiertos por la nieve.

“El animal va a responder y por su buena genética va a contrarrestar la helada, hasta que el sector agricultura brinde el apoyo a los productores con las pacas de henos y paquetes veterinarios”, manifestó la ingeniera Díaz Ramírez.

La especialista en ganado vacuno dijo que el Ministerio de Agricultura apoya a los productores ovinos con un programa de pastos cultivados, para mejorar las condiciones de las praderas que son fuente de alimentación de los animales.

“Las praderas altoandinas están sobre pastoreadas pero gracias al impuso de los pastos cultivados y de los recursos otorgados a Agrorural, se permitirá en teoría que por cada hectárea de pastos cultivados, descansen 10 hectáreas de praderas nativas”, destacó.