Analista y consultor político, Hugo Guerra, cuestionó también los excesos que –a su juicio- se vienen produciendo en la administración de justicia, sobre todo en el manejo de las figuras legales de la detención preliminar y la prisión preventiva.
RCR, 22 de abril 2019 .- Las manifestaciones de odio y calificativos absolutamente grotescos expresados contra el suicidado expresidente Alan García, son inaceptables porque alientan una violencia que podría devenir en incontrolable para el país, reflexionó el analista y consultor político, Hugo Guerra.
“Tengo que repudiar, una vez más, todas estas corrientes de opinión irresponsables que alienta un sector de la prensa, a partir del odio y los calificativos absolutamente grotescos. Y que desconocen la trayectoria de un personaje que, siendo político, ocupó dos veces la presidencia de la República del Perú. A esa gente que habla con el odio hay que advertirles que están apremiando al país de una violencia que en algún momento puede convertirse en incontenible”, subrayó.
Criticó profundamente los métodos que, “una vez más, ha seguido la Fiscalía”, en el allanamiento a la casa del exmandatario aprista “que no ha sido conducido ni con la pertinencia, ni con las condiciones mínimas, tratándose de un expresidente de la República que aun cuando había decidido someterse a la justicia, mereció un trato más digno, desde un primer momento”.
Cuestiona excesos en la administración de justicia
En diálogo con Red de Comunicación Regional (RCR), Guerra cuestionó también los excesos que –a su juicio- se vienen produciendo en la administración de justicia, sobre todo en el manejo de las figuras legales de la detención preliminar y la prisión preventiva.
“Por supuesto. En el Perú, lamentablemente se ha desconfigurado y pervertido la garantía procesal para quienes eventualmente pudieran ser sujetos de una detención preliminar o, luego, una (prisión) preventiva. En realidad, lo que se está haciendo, en los casos de Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y lo que se pretendía deliberadamente hacer en contra del expresidente García, es persecución política, porque no se cautelan las garantías del debido proceso”, aseveró.
En ese sentido, consideró que se prevarica en el auto de detención y –dijo- encima se prejuzga, sin dar oportunidad a la legítima defensa.
Estimó que este tema de servir como base para revertir los procesos “donde claramente hay un exceso político”, de parte de la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial.
“Hay dos personas que deberían ser inmediatamente liberadas: Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. No porque no se les pueda investigar. No porque eventualmente no se les pueda descubrir algún ilícito penal. Sino porque en el caso de ambos simplemente se les ha prejuzgado y ya se les ha sentenciado, sin el debido proceso”, puntualizó.
Investigación del Caso Lava Jato en la incertidumbre
Guerra indicó asimismo que toda la investigación sobre el caso Lava Jato está en la incertidumbre, ya que –anotó- todo está supeditado a los acuerdos y entrevistas que han firmado la Fiscalía y la procuraduría, en representación del Estado, y que está todavía pendiente del control judicial.
“Si bien se puedan adelantar las diligencias de Jorge Barata y otros, todavía no sabemos cuál es la verdadera magnitud de las pruebas, conclusiones y aportes que puedan hacernos de ese escándalo macro que parte básicamente de Odebrecht, pero también de las empresas consorciadas, en el Perú”, remarcó.
De igual modo, recalcó la existencia de una politización de la justicia en el Perú. “Definitivamente. Cuando tenemos que a jueces que hacen activismo político. Cuando tenemos a fiscales que hacen manifestaciones políticas y que, además, privilegian a Organizaciones No Gubernamentales para darles privilegios informativos e influencias en el proceso judicial y penal. Se está desnaturalizando la administración de justicia. Y eso motiva no sólo la preocupación sino la protesta internacional”, concluyó.
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