Fuente: Diario El Tiempo de Piura
Los piuranos cumplieron su palabra y ayer dejaron a medias su pasividad para salir a expresar su indignación por la lentitud con que el Estado maneja la reconstrucción desde Lima.
El Bajo Piura no se quedó atrás, y cientos de vecinos, aquellos que aún siguen padeciendo por las viviendas prometidas, por su salud deteriorada y por su miedo, cerró carreteras y protestó a su modo.
Monseñor José Antonio Eguren resumió mejor lo que los piuranos exigen con estas manifestaciones callejeras, durante su breve participación en esta conmemoración: Indignación, respeto y acción.
Indignación porque a pesar del tiempo transcurrido solo hay un pobre 10% de avance en la reconstrucción. Respeto, porque Piura con su riqueza natural y participación en el PBI, merece más atención, y acción para socorrer a los damnificados que aún padecen el olvido estatal.
Ojalá que esta jornada de protestas sirva para que el Ejecutivo y la Autoridad para la Reconstrucción, aceleren la inversión en nuestra región, no solo para darle calidad de vida a la población, sino para prepararnos para los próximos eventos, que es casi seguro, se repetirán más seguido.