Por Ana Inés Reategui Vela
El clima en el mundo está cambiando lenta, paulatina e inexorablemente. Sepa cuáles son los problemas y las oportunidades empresariales que se originan por este fenómeno, el cual ya no puede ser visto de forma tangencial o meramente racional.
El mundo nos está alertando, cada vez más, acerca de las implicancias del cambio climático en nuestras vidas. Probablemente, ya son varias las compañías que tienen que asignar partidas especiales en sus presupuestos para investigar o evaluar cómo están siendo afectadas por los cambios climáticos. Ahora, si bien las alteraciones en el clima pueden ocasionar múltiples problemas, también pueden ofrecer nuevas oportunidades para crear productos y servicios.
Para ilustrar de mejor este panorama, pasaremos a analizar a una empresa de generación eléctrica que maneje o dependa directamente de la explotación del caudal de un río que pasa por una zona donde el cambio climático se evidencia significativamente.
Por el lado de los problemas, podemos señalar que dicha organización se verá amenazada por el aumento de las lluvias, los cambios de temperatura del agua, la deforestación provocada por los propios pobladores, entre otros factores, que afectarán a las personas que diariamente reciben el servicio eléctrico.
Ante las dificultades mencionadas, probablemente, la empresa de generación eléctrica tendrá que destinar buena parte de su dinero para cuidar con mayor frecuencia sus embalses, reforestar los linderos y cerros aledaños, reforzar sus torres de transmisión, dragar los ríos, capacitar a su personal, capacitar a los pobladores, aumentar sus pólizas de seguros, etc. En paralelo a estas medidas, en los costos de operación irán apareciendo rubros que hasta hace pocos años eran eventuales y no representaban peligro para la continuidad del negocio.
Esta frecuencia de eventos generados por el cambio climático eleva los egresos y atenta contra los beneficios de la empresa, por lo que la gerencia tendrá que reevaluar su modelo de negocio y requerirá buscar nuevas eficiencias en otras áreas de tal forma que para los accionistas siga siendo interesante prestar el servicio. Aquí, queda claro que se debe repensar la organización, para dar cabida a la mayor presencia de un nuevo riesgo, ya que si no se hace se podría perder el negocio.
Por el lado de las oportunidades, las empresas tendrán que contratar servicios para contener los embates del cambio climático con más frecuencia, lo que conlleva a que los proveedores tengan más trabajo, e incluso si la demanda se incrementa en forma sustancial, podrían surgir nuevas compañías dispuestas a ayudar a superar estos peligros, trayendo consigo beneficios como la generación de empleos muy especializados.
Como se puede apreciar, vivimos en tiempos de cambio. Como a lo largo de los siglos, la humanidad siempre tendrá problemas para resolver y, de este esfuerzo humano para avanzar, surgirán también nuevos retos empresariales.
¿Conoce casos de empresas peruanas que estén destinando recursos y esfuerzos para atenuar el cambio climático?
Profesora del área de Finanzas, Contabilidad y Economía MA, ESAN, Perú. Diploma de Estudios Superiores Especializados en Comercio Internacional, DESS, Université Val de Marne, París, Francia. Economista, Universidad de Lima, Perú.
Directora de los Programas de Desarrollo Gerencial de ESAN. Profesora del MBA y Maestria en Supply Chain Management de ESAN.