RCR, 27 de marzo 2025.- El analista político Edgar Mancha Pineda, docente de la Universidad Nacional del Altiplano, alertó desde Puno la creciente migración irregular de ciudadanos bolivianos hacia territorio peruano, por la crisis a la que ha llevado el modelo socialista desde el gobierno de Evo Morales.
Según el experto, «se ha escuchado que más o menos como 3,000 bolivianos que habían ingresado ilegalmente al Perú, sea por las fronteras de Desaguadero, Yunguyo o también por lancha a través del lago Titicaca se les había prácticamente repatriado».
Sin embargo, la magnitud del problema podría ser mucho mayor, ya que Mancha citó a una consultora internacional llamada Gas Energy Latin America, la cual calcula que «un promedio de 3 millones de bolivianos podrían migrar lo más pronto posible a la región de Puno».
El ingreso constante de ciudadanos bolivianos al Perú, según Mancha, obedece directamente a la profunda crisis política, social y económica que atraviesa el país vecino. El analista realizó un exhaustivo análisis de la situación boliviana, remontándose a la implementación del modelo económico denominado «productivo socialista» o «socialismo del siglo XXI» durante el gobierno de Evo Morales
Este modelo, que Mancha compara con las políticas de estatización de Juan Velasco Alvarado en Perú, se caracterizó por la nacionalización de grandes empresas privadas, especialmente en el sector energético. Si bien inicialmente esta medida trajo un incremento de capitales debido a acuerdos favorables para Bolivia en la explotación de recursos como el gas, esta bonanza no fue sostenible a largo plazo.
Mancha explicó que la falta de inversión privada en exploración por parte de las empresas extranjeras, ante la exigencia de un reparto de ganancias del 80% para Bolivia y solo el 20% para las empresas, ha llevado al agotamiento de los recursos explotados.
A esto se suma la escasez de capital humano, financiero y tecnológico en Bolivia para llevar a cabo nuevas exploraciones, un proceso que además implica un alto riesgo de inversión. Como resultado, Bolivia enfrenta un severo desfinanciamiento, inflación y escasez de productos básicos, una situación que recuerda a la crisis económica vivida en Perú durante el gobierno de Alan García en los años 80.
La crítica de Mancha al modelo estatista es contundente, señalando que la historia demuestra su fracaso y la necesidad de un modelo de economía social de mercado con una participación equilibrada entre el Estado y la inversión privada.
El analista enfatizó la urgencia de que Bolivia sincere su modelo económico, dejando de lado el populismo y la demagogia, y fomente la inversión privada de manera inteligente, aprendiendo de la experiencia peruana de los últimos 30 años con la economía social de mercado.
