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LA IDEA DE PENA DE MUERTE ES UN ELEMENTO DISTRACTIVO Y UNA MUESTRA DEL FRACASO DE LA LUCHA CONTRA LA CRIMINALIDAD

RCR, 18 de marzo 2025.- El exministro de Justicia, Víctor García Toma, cuestionó la idea de la presidenta Dina Boluarte en aplicar la pena de muerte a los criminales, ya que se trataría de un elemento distractivo y una muestra del fracaso en la lucha contra la delincuencia. Agregó que el Ejecutivo tendría que tomar la decisión de apartarse de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y denunciar el pacto de San José de Costa Rica para continuar con este proceso.

“La idea de pena de muerte es un elemento distractivo y la expresión cabal del fracaso de una política en lucha contra la inseguridad ciudadana, ni los estados de emergencia que se han declarado en fechas anteriores han dado resultados ni tampoco lo tendría la aplicación de la pena capital”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Precisó que, si el Estado decide apartarse del Sistema Interamericano para aplicar la pena de muerte, se tendría que denunciar el pacto de San José de Costa Rica, que tiene una demora de un año y media, posteriormente el Congreso de la República tendría que llevar a cabo una reforma constitucional que está sujeto a dos legislaturas consecutivas.

“Cuando el Perú esté en la posibilidad de aplicar la pena de muerte, la presidenta Dina Boluarte ya no estará a cargo de la nación. Además, recordemos que para aplicar esta condena se requiere de un proceso judicial previo y esto demora entre 5 a 7 años, entonces el Perú no puede esperar tanto tiempo para ver los primeros resultados, se tienen que adoptar medidas inmediatas”, expresó.

Remarcó que la salida a la Corte Interamericana de Derechos Humanos tendría que ser una decisión adoptada por el Poder Ejecutivo. “Esto no se va a ejecutar en el plano de la denuncia ni en la implementación de esa medida durante el gobierno de Boluarte, pese a ser quien tenga la responsabilidad de combatir la corrupción e inseguridad ciudadana”, anotó.

¿ES POSIBLE INSTAURAR LA PENA DE MUERTE?