En Vivo

LA AMAZONÍA PERUANA EN EL ESCENARIO GEOPOLÍTICO 

Lima, 08 de marzo 2025.- La Amazonía peruana, un vasto territorio que abarca más del 60% de la superficie del país, se presenta como un espacio de gran importancia geopolítica en el contexto sudamericano y mundial. Su riqueza en recursos naturales, su biodiversidad única y su ubicación estratégica la convierten en un área de interés para diversos actores, tanto nacionales como internacionales.

La Amazonía peruana se caracteriza por su gran extensión, que abarca 782880.55 km² al este de la Cordillera de los Andes. Esta vasta región se divide en dos regiones naturales: la selva alta y la selva baja, cada una con características geográficas y ecológicas particulares. La Amazonía peruana es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta 1 albergando una gran variedad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas.

Además de su rica biodiversidad, la Amazonía peruana juega un papel crucial en la regulación del clima global. La cuenca amazónica genera entre el 16% y el 20% del agua dulce del planeta y alberga el 25% de la biodiversidad terrestre. El bosque amazónico también actúa como un importante sumidero de carbono, absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera y contribuyendo a la mitigación del cambio climático.

Esta función vital la convierte en un bien público global, lo que implica una responsabilidad compartida entre las naciones para su protección y gestión sostenible. La posición de la Amazonía peruana como un actor clave en la regulación climática global abre posibilidades para la cooperación internacional y la creación de alianzas estratégicas para la conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

La Amazonia peruana también se destaca por su riqueza en recursos naturales. Entre ellos, se encuentran:

Minerales: oro, cobre, hierro y bauxita.
Recursos forestales: árboles maderables como el shihuahuaco, fauna para mascotas, y el potencial para la producción de la palma aceitera.

Recursos hídricos: ríos, lagos, lagunas y pantanos que albergan una gran diversidad de especies de peces y otros animales acuáticos.

Biodiversidad: una gran variedad de plantas, animales y microorganismos con un alto potencial para el desarrollo de productos farmacéuticos, cosméticos y alimenticios.

A pesar de su riqueza natural, la Amazonia peruana es una de las regiones menos pobladas del país, con una población indígena que asciende a 332 975 habitantes. La población amazónica se caracteriza por su diversidad étnica y cultural, con la presencia de más de 51 pueblos indígenas. Sin embargo, la región enfrenta grandes desafíos en términos de desarrollo socioeconómico, con altos índices de pobreza, analfabetismo y falta de acceso a servicios básicos como salud, educación y energía. La población económicamente activa de los departamentos amazónicos ascendió a más de 4,8 millones de personas en 2022.

 Geopolítica RCR 2025

PRESENTACIÓN INFORMACIÓN GENERAL

La Amazonia peruana se encuentra en el centro de una compleja red de intereses geopolíticos que involucran a diversos actores, tanto nacionales como internacionales. Entre los principales actores con intereses en la región, se encuentran:

El Estado peruano: busca consolidar su soberanía sobre la Amazonia, promover su desarrollo sostenible, proteger sus recursos naturales y garantizar la seguridad en la región.
Países vecinos: Brasil, Colombia, Ecuador y Bolivia comparten fronteras con la Amazonia peruana y tienen intereses en la cooperación regional para la gestión de los recursos naturales, la lucha contra el crimen organizado y la protección del medio ambiente.

«Amazonia Legal»: En 1953, Brasil definió el marco político-administrativo y territorial de una «Amazonia legal», que abarca cerca del 60% del área total de la cuenca amazónica. Esta delimitación, que sirve de referencia para los programas de infraestructura y de colonización de las tierras amazónicas brasileñas, tiene implicaciones geopolíticas para los países vecinos, incluyendo Perú, al influir en las dinámicas de desarrollo y control territorial en la región.

Empresas multinacionales: interesadas en la explotación de los recursos naturales de la Amazonia, como la minería, la extracción de petróleo y la producción de madera.
Organizaciones no gubernamentales (ONG): trabajan en la protección del medio ambiente, la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y la promoción del desarrollo sostenible en la Amazonia.

Comunidades indígenas: buscan la protección de sus territorios ancestrales, el respeto a sus derechos y la participación en la toma de decisiones sobre el uso de los recursos naturales en la Amazonía.
Los intereses de estos actores se entrecruzan y, en ocasiones, entran en conflicto. La geopolítica se presenta como una herramienta para comprender estas dinámicas de poder y para diseñar estrategias que permitan conciliar los diferentes intereses en la región.

Los nuevos poderes amazónicos: organizaciones criminales transfronterizas 

La Amazonía es escenario de una variedad de delitos transfronterizos que se interconectan y retroalimentan, creando un círculo vicioso de violencia y degradación ambiental. El narcotráfico, la minería ilegal, la tala ilegal, la trata de personas y el contrabando de especies son algunas de las actividades que socavan la seguridad y el desarrollo sostenible de la región.

Estos delitos no son fenómenos aislados, sino que están intrínsecamente relacionados. El narcotráfico, por ejemplo, a menudo financia la minería ilegal y la tala ilegal, mientras que la minería ilegal puede estar vinculada a la trata de personas y la explotación laboral. Esta interconexión dificulta la lucha contra el crimen organizado, ya que la desarticulación de una actividad ilícita puede tener repercusiones en otras.

1. Narcotráfico 

La producción de coca y cocaína es uno de los principales motores de la deforestación y la violencia en la Amazonía. Perú, uno de los mayores productores de coca del mundo, ve cómo esta actividad se expande en sus regiones amazónicas, impulsada por la inversión de organizaciones criminales brasileñas y colombianas. La provincia de Mariscal Ramón Castilla, en Loreto, es un claro ejemplo de esta problemática. Allí, los cultivos de coca se han multiplicado en los últimos años, atrayendo la presencia de grupos criminales y generando un clima de violencia e inseguridad. Las comunidades rurales e indígenas de esta provincia se ven especialmente afectadas por la violencia y la falta de presencia estatal. Muchas de ellas carecen de acceso a servicios básicos como carreteras transitables, electricidad y agua potable.

2. Minería ilegal 

La extracción ilegal de oro es otra actividad criminal que ha proliferado en la Amazonía, con graves consecuencias socioambientales. Esta actividad no solo destruye ecosistemas vitales, sino que también contamina los ríos con mercurio, un metal pesado con graves efectos en la salud humana y el medio ambiente. La minería ilegal también está vinculada a la trata de personas, la explotación sexual y la esclavitud moderna.

El uso de mercurio en la minería ilegal de oro es una de las principales causas de contaminación en la Amazonía. Este metal pesado se utiliza para separar el oro de otros minerales, pero al ser liberado al medio ambiente, contamina los ríos y entra en la cadena alimentaria, afectando a peces, animales y seres humanos. La exposición al mercurio puede causar graves problemas de salud, incluyendo daños neurológicos, renales y reproductivos.

3. Tala ilegal 

La tala ilegal, impulsada por la demanda internacional de madera, contribuye a la deforestación y la pérdida de biodiversidad en la Amazonía. Esta actividad a menudo se vincula con el narcotráfico, ya que los narcotraficantes utilizan la madera para ocultar la cocaína y lavar dinero.

4. Trata de personas 

La trata de personas, con fines de explotación laboral y sexual, es un delito que se encuentra presente en la Amazonía, especialmente en zonas donde operan la minería ilegal y el narcotráfico.
5. Contrabando

El contrabando de especies, como tortugas y sus huevos, es otra actividad ilícita que afecta a la Amazonía.

Organizaciones criminales internacionales: una presencia creciente 

La Amazonía se ha convertido en un espacio de disputa para diversas organizaciones criminales internacionales, principalmente de Brasil y Colombia. Estas organizaciones, con estructuras complejas y conexiones transnacionales, buscan controlar las rutas del narcotráfico, la extracción de oro y otros recursos naturales.

1. Comando Vermelho (CV) 

Originaria de Brasil, esta organización ha expandido su influencia en la Amazonía peruana, especialmente en la región de Ucayali. El CV controla el tráfico de cocaína en la zona y ha establecido conexiones con grupos locales, reclutando a jóvenes para sus operaciones.

2. Primeiro Comando da Capital (PCC) 

Otra organización criminal brasileña con creciente presencia en la Amazonía. El PCC se ha involucrado en la minería ilegal en tierras indígenas y ha sido vinculado a la violencia contra comunidades locales.

3. Ejército de Liberación Nacional (ELN) 

Guerrilla colombiana con presencia en la Amazonía, especialmente en la frontera con Venezuela. El ELN controla explotaciones ilegales de oro y rutas de narcotráfico.

4. Disidencias de las FARC 

Tras el acuerdo de paz en Colombia, algunas facciones de las FARC se han mantenido activas en la Amazonía, participando en el narcotráfico y la minería ilegal.

La situación en Perú: desafíos y respuestas

Perú enfrenta desafíos importantes en la lucha contra el crimen organizado en la Amazonía. La falta de recursos, la corrupción, la dificultad de acceso a las zonas remotas y la participación de actores locales en actividades ilegales son algunos de los obstáculos que dificultan la acción del Estado.

1. Impacto en las comunidades

Los delitos transfronterizos tienen un impacto devastador en las comunidades amazónicas. La violencia, la inseguridad, la contaminación ambiental y la pérdida de recursos naturales afectan la vida de las poblaciones locales, especialmente de los pueblos indígenas. En la provincia de Mariscal Ramón Castilla, por ejemplo, la presencia de grupos armados dedicados al narcotráfico ha generado un clima de miedo e inseguridad. Los pobladores locales temen por sus vidas y las de sus familias, y la violencia asociada al narcotráfico ha aumentado drásticamente.

2. Respuesta del gobierno 

El gobierno peruano ha implementado diversas medidas para combatir el crimen organizado en la Amazonía, como la declaración de estados de emergencia, el desarrollo de programas de erradicación de cultivos ilícitos y el fortalecimiento de la presencia policial.

Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para frenar el avance del crimen organizado. La lucha contra el crimen organizado en Perú se caracteriza por una gran cantidad de instrumentos normativos, incluyendo la Ley 30077 (Ley contra el Crimen Organizado), que autoriza el uso de técnicas especiales de investigación como la interceptación postal, la intervención de las comunicaciones y la circulación y entrega vigilada de bienes delictivos.

A nivel operativo, el gobierno ha implementado políticas como la «Política nacional frente a la trata de personas y sus formas de explotación» (DS. 001-2015- JUS) para prevenir, controlar y reducir la trata de personas a nivel nacional. A pesar de estos esfuerzos, la falta de recursos, la corrupción y la complejidad del fenómeno limitan la efectividad de la respuesta estatal. Adicionalmente, cambios normativos recientes han debilitado sustancialmente la lucha contra el crimen organizado.

3. Impacto de proyectos de infraestructura 

La construcción de carreteras en la Amazonía peruana, especialmente en zonas de frontera, ha tenido un impacto significativo en la expansión del narcotráfico y la minería ilegal. Estas vías facilitan el transporte de insumos para la producción de drogas, el traslado de la droga hacia los mercados de consumo y el acceso a zonas remotas donde se lleva a cabo la minería ilegal. La falta de control y vigilancia en estas carreteras también facilita el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.

4. Respuesta de la sociedad civil 

Organizaciones de la sociedad civil juegan un papel importante en la defensa de los derechos de las comunidades amazónicas, la promoción del desarrollo sostenible y la lucha contra la corrupción.

Iniciativas internacionales y regionales 

La lucha contra el crimen organizado transnacional en la Amazonía requiere de la cooperación entre los países de la región y la comunidad internacional.

1. Cooperación entre países 

El intercambio de información, la creación de fuerzas de tarea conjuntas y la armonización de las legislaciones son esenciales para combatir el crimen organizado.

2. Iniciativas regionales 

La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) es un espacio importante para la cooperación regional en la lucha contra los delitos transfronterizos.
 
Desafíos y limitaciones 

La lucha contra el crimen organizado en la Amazonía enfrenta desafíos importantes:

1. Falta de recursos 

La falta de recursos económicos y humanos limita la capacidad de los Estados para controlar las vastas zonas amazónicas y combatir eficazmente a las organizaciones criminales.

2. Corrupción 

La corrupción facilita las actividades de las organizaciones criminales y debilita la acción del Estado. La débil presencia del Estado en muchas zonas de la Amazonía crea un ambiente propicio para la corrupción, que a su vez facilita la expansión de los delitos ambientales y el crimen organizado.

3. Dificultad de acceso 

La dificultad de acceso a las zonas remotas de la Amazonía dificulta la labor de las fuerzas de seguridad y la implementación de programas de desarrollo.

4. Participación de actores locales 

La participación de actores locales en actividades ilegales, como el narcotráfico y la minería ilegal, dificulta la lucha contra el crimen organizado.
 
EL EFECTO TRUMP 

A pesar de las políticas ambientales menos estrictas de la nueva administración Trump, varias empresas estadounidenses han tomado medidas proactivas para mitigar su impacto negativo en el clima y la Amazonía. Pueden enumerarse algunos puntos clave relacionados con la respuesta del empresariado de EE. UU.:

Compromisos Corporativos con la Sostenibilidad: Muchas empresas han mantenido o incluso reforzado sus compromisos con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono, independientemente de las políticas federales. Estas empresas reconocen la importancia de la responsabilidad ambiental tanto para su reputación como para su viabilidad a largo plazo.

Iniciativas Voluntarias: Varias compañías han participado en iniciativas voluntarias para proteger el medio ambiente. Esto incluye la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, la inversión en energías renovables y la implementación de programas de conservación.

Presión de los Inversionistas: Los inversionistas han jugado un papel importante al presionar a las empresas para que adopten prácticas más sostenibles. Fondos de inversión y accionistas han exigido transparencia y responsabilidad en cuanto a las políticas ambientales de las empresas en las que invierten.

Colaboraciones y Alianzas: Muchas empresas han formado alianzas con organizaciones no gubernamentales y otras entidades para promover la conservación de la Amazonía. Estas colaboraciones han permitido la implementación de proyectos de reforestación y la protección de áreas críticas.

Innovación y Tecnología: Las empresas han invertido en tecnologías innovadoras para reducir su impacto ambiental. Esto incluye el desarrollo de productos más sostenibles, la mejora de la eficiencia energética y la reducción de residuos.

Estos puntos destacan cómo el sector empresarial de EE. UU. ha respondido de manera proactiva a las políticas ambientales de la administración Trump, demostrando un compromiso continuo con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.

Este cambio en la política de USA podría ser la oportunidad de China (y los BRICS), que ya es el principal socio comercial del Perú. Esto impactará en la Amazonia sin duda, ya sea por la conectividad Perú Brasil (vía carretera o ferrocarril), y el riesgo de que la economía legal e ilegal dirigida desde Brasil penetre aún más en territorio nacional.

Por: Iván Brehaut Larrea