La Autoridad Nacional de Sanidad e Inocuidad en Pesca y Acuicultura (SANIPES) en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y con el financiamiento de Corea, ha puesto en marcha un proyecto de implementación de sensores de calidad de agua y tecnologías digitales en Tumbes, con el objetivo de optimizar la producción de langostinos mediante la bioseguridad, la eficiencia y el uso de herramientas de vanguardia.
Muriel Gómez Sánchez, directora de sanidad e inocuidad de SANIPES, destacó el carácter innovador del proyecto, que integra conceptos de bioseguridad y sanidad con tecnologías como el Internet de las Cosas y el machine learning para generar modelos predictivos.
La información recopilada por los sensores permitirá la detección temprana de riesgos sanitarios y la optimización de recursos. Estos datos serán analizados mediante inteligencia artificial para mejorar la predictibilidad ante posibles brotes de enfermedades.
El proyecto busca proporcionar a los acuicultores y a las autoridades la capacidad de tomar decisiones informadas y oportunas, maximizando los beneficios para el sector. Gómez indicó que han adquirido siete sensores y seis de ellos serán instalados en granjas de langostinos para capturar datos cruciales como oxígeno, temperatura, pH y salinidad cada 15 minutos.
Esta recopilación masiva de datos permitirá generar algoritmos para la gestión predictiva y la detección temprana de enfermedades, como el virus de la mancha blanca, que se activa con temperaturas bajas. La detección temprana permite a los productores tomar medidas preventivas y reducir las pérdidas económicas.
La tecnología permite a los productores anticiparse a problemas y evitar pérdidas significativas causadas por la mortalidad de los langostinos. Al prever eventos climáticos adversos o cambios en la salud de los langostinos, los productores pueden ajustar sus ciclos de cosecha y minimizar el impacto económico negativo.
Además, la información, que tradicionalmente se gestionaba de forma manual en hojas de cálculo, se migrará a una plataforma digital automatizada. Los sensores transmitirán los datos directamente a la computadora, eliminando la necesidad de registro manual.
Muriel Gómez Sánchez indicó que Perú fue seleccionado para este proyecto gracias a sus avances en productividad y al sólido respaldo de una autoridad sanitaria con registros de vigilancia de enfermedades, exportaciones e importaciones.