RCR, 22 de octubre de 2024.- Gonzalo Manrique, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), informó que, según último estudio, los créditos informales, conocidos como préstamos “gota a gota” generaron alrededor de 1780 millones de soles al año.
“En este estudio hemos estimado que en el último año los créditos informales movieron alrededor de 1780 millones de soles que es 30% más, por ejemplo, de lo que mueven las cajas rurales en créditos de consumo y en microempresas”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Asimismo, destacó el incremento de préstamos “gota a gota”, que representan el 35% del mercado de créditos informales, principalmente en regiones como Moquegua y Ucayali. “Aquí es donde está más normalizado su uso, el 31% de hogares en esta zona oriente han pedido un préstamo informal en el último año y es donde hay más créditos gota a gota”, afirmó.
Manrique advirtió que, a pesar de la alta satisfacción de estos créditos, la tasa de interés anual es muy elevada superando ampliamente a los créditos de financieras formales. “La tasa de interés puede alcanzar tasas muy altas, por ejemplo, en este caso específico en el que cobran cinco soles diarios en 24 días, hay 1400% de interés anualizado en general, lo que nosotros encontramos es que la mitad de los prestatarios paga una tasa mayor a 500%”, explicó.
Además, alertó que el 16% de quienes acceden a estos préstamos informales han sido víctimas de represalias por demoras en los pagos. “Esa satisfacción cae de casi 50% hasta 14%. Entonces recién ahí es cuando se dan cuenta que están enfrentando un mayor peligro”, mencionó.
Subrayó que la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) enfrenta dificultades para supervisar y clausurar el crédito informal debido a la complejidad del esquema de estas financieras.
“Es todo un esquema bastante complejo y es difícil combatir, pero debería hacerse esa tarea por parte del Estado. Lamentablemente el estudio no incorpora, una caracterización de los prestamistas, solo de las personas que se prestan el dinero. Entonces ese trabajo también faltaría. Es mucho más difícil de medir y conocer bien cómo funciona”, afirmó.
Finalmente, Manrique propuso que, para combatir el crédito informal, se debe facilitar el acceso al crédito formal y mejorar la educación financiera de la población, aprovechando el uso de billeteras digitales de entidades formales.
“Las entidades financieras deben acercarse mucho más y utilizar estas nuevas herramientas para poder impulsar el crédito formal, pero también capacitar la demanda y proveerles esta educación financiera para que puedan tomar también mejores decisiones”, concluyó.
