La mayoría de niños y adolescentes explotados provienen de comunidades nativas y zonas rurales del Perú, advierte la coordinadora de CHS Alternativo Iquitos, Herminia Navarro.
RCR, 28 de septiembre 2018.- Los bajos recursos económicos que tienen algunas familias del interior del país provoca que cientos de niños y adolescentes busquen medios laborales y terminen, lamentablemente, en manos de la explotación laboral de menores, indicó la coordinadora de CHS Alternativo Iquitos, Herminia Navarro Blaya.
En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR) Navarro precisó que la mayoría de casos de explotación laboral a menores se suscitan en las grandes ciudades del Perú, como Lima, Iquitos, Chiclayo y Arequipa, mientras que los niños o adolescentes explotados provienen, principalmente, de comunidades nativas y zonas rurales que no han tenido un desarrollo económico sostenible.
“Por desgracia, esta situación de explotación laboral doméstica de niñas, niños y adolescente se presenta en regiones grandes del país. Ellos provienen de zonas donde abunda la pobreza y la pobreza extrema y es lamentable que esta falta de recursos los lleve a terminar en la explotación. Por eso es muy importante la prevención y también las denuncias”, explicó.
Si bien la falta de recursos económicos es el principal factor de este problema, existe otro punto que también juega un rol crucial para llevar a un niño a ser explotado laboralmente: el trabajo se hace a puertas cerradas. De esa forma, según Navarro, muchos casos no se pueden visibilizar y, en consecuencia, no llegan a conocerse nunca.
“Como el trabajo y la explotación se realiza en un hogar doméstico a puertas cerradas, es muy difícil que se haga una denuncia o se pueda dar aviso a las autoridades. La mayoría de casos salen a la luz cuando el menor ya ha sido explotado durante un largo periodo. Esto dificulta el trabajo y por eso insistimos en que las denuncias son muy importantes”, subrayó.
Por último, Navarro señaló que también existe un problema de “sensibilización” por parte de las personas que acogen a menores en situación de pobreza y les brindan trabajo. Añadió que estas personas deberían brindarles otro tipo de ayuda como educación o cultura para que, de grandes, puedan valerse por sí mismos.
“Confundimos mucho el tema de la solidaridad. Creemos que dándoles un trabajo y teniendo pena por ellos vamos a ayudarlos, pero en realidad estamos agravando el problema. Lo que realmente deberíamos hacer es tratar de brindarles educación o fomentar la cultura en ellos para que puedan desarrollar sus capacidades”, sentenció.
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