Es el caso, entre otros, del activista ultra radical Ricardo Noriega, observó analista político Julio Condori.
RCR, 28 de octubre de 2016.- John Anderson Ramos, presidente del llamado I Congreso macro regional de Pueblos Afectados por la Minería -que se realizó en Antauta- afirmó que este no se opone a la minería siempre y cuando cumpla con sus respectivos compromisos medioambientales y sociales, sin embargo, no pudo explicar con claridad la presencia, entre otros violentistas, del activista Ricardo Noriega en ese encuentro.
En entrevista a RCR, Red de Comunicación Regional, el representante sostuvo que la finalidad del congreso, que dijo representar a comunidades afectadas por la minería de Puno y otras regiones del sur del país, tuvo como objetivo fortalecer a sus organizaciones representativas, así como promover en el Parlamento acciones frente a vacíos en la legislación sobre obligaciones de responsabilidad ambiental y social de las empresas mineras.
Dijo, que el congreso convocó en el auditorio municipal de Antauta (provincia de Melgar, Puno) a unas quinientas personas y representantes de frentes de defensa, comités de lucha y organizaciones sociales de Puno, Cusco y otras regiones del sur del país, incluido un activista de Bolivia (Linder Franco). Sin embargo, según los reportes periodísticos de la zona, dicho evento tuvo la participación de no más de doscientos cincuenta concurrentes.
Aseguró, que el congreso no tiene vocación anti minera pues está de acuerdo con esa industria siempre y cuando cumpla con su responsabilidad social y ambiental, rechaza con rotundidad la violencia y apoya el diálogo y el consenso, pero no pudo justificar la presencia en el evento (en calidad de ponente) de Ricardo Noriega, ex abogado del cabecilla terrorista del MRTA Víctor Polay Campos.
Alegó, que se contó con la presencia de Noriega Salaverry debido a su “profesionalismo” y declinó hacer comentarios frente al hecho que el también ex candidato presidencial fue uno de los principales instigadores de los recientes hechos de violencia en el distrito de Orurillo (provincia de Melgar) donde un grupo de manifestantes destruyó parte de las instalaciones de un campamento minero.
No obstante, Ramos Mamani, reconoció que en Antauta existe un grupo de “hermanos” que con sus acciones (discurso radical y violentismo) trata de intimidar a la población de este distrito.
En otro momento, el presidente del citado congreso reconoció que durante sus años de estudiante trabajó en un programa de orientación vocacional de la empresa minera Minsur.
El analista político Julio Condori Cerdán, en declaraciones a RCR, por su parte, observó que desde la denominación oficial del evento –“I Congreso macro regional para la unión de los pueblos afectados por la minería”- se desprende que los convocados no están de acuerdo con esta actividad económica porque alegan haber sido afectados debido a que las empresas no habrían cumplido con sus compromisos de responsabilidad ambiental y social.
Opinó, que no obstante la postura intermedia de Anderson Mamani, la mayoría de los ponentes del citado congreso son activistas anti mineros, evento que es una clarinada de alarma para el yacimiento que opera Minsur en Antauta.
En ese sentido, alertó sobre los inquietantes antecedentes de Ricardo Noriega, de quien dijo haber defendido a terroristas del MRTA, además de calificarlo de “instigador del vandalismo” en Orurillo, asimismo, cuestionó la presencia del activista boliviano Línder Franco, pues aludió a su participación en el paro de mineros cooperativistas en ese país que en agosto pasado intentó dar un golpe de Estado a Evo Morales y asesinó al viceministro del Interior, Rodolfo Illanes.
Señaló, que el alcalde del distrito de Antauta, Marco Soto Vilca, por su parte apoyó el llamado congreso macro regional para tratar de sortear sus dificultades frente a la iniciativa de revocatoria que pesa en su contra y la exigencia de la rendición de cuentas municipales.
Expresó, además, su escepticismo de que el citado congreso realmente haya tenido un carácter regional pues Puno forma parte de la Mancomunidad Regional Macroregión Sur –que está integrada además por Apurímac, Madre de Dios, Cusco, Arequipa, Tacna y Moquegua- y para que tenga una representatividad macro regional debería haber contado por lo menos con una veintena de dirigentes y ciudadanos de cada región, lo cual fue improbable.
Sostuvo, que en Puno y otras regiones del Sur, los dirigentes anti mineros no tienen credibilidad pues muchos de estos lograron tener protagonismo en sus respectivas comunidades y provincias para exigir dinero a las empresas mineras (a cambio de desactivar las protestas) y cuando recibían dinero, casas, camionetas, desaparecían del escenario porque su objetivo siempre fue económico.