RCR, 05 de junio de 2024.- La exministra de Desarrollo e Inclusión Social, Carolina Trivelli, dijo que no hay avances en la lucha contra la anemia infantil porque se enfoca en el problema de salud, cuando se debe atender otros aspectos.

“El principal problema es que todavía el grueso de la intervención para combatir la anemia es una intervención asociada al problema de salud pública, cuando lo que sabemos es uno de varios componentes y que debe estar acompañado de provisión de agua, las cocinas mejoradas, las prácticas alimentarias, la distribución alimentaria y el acceso a nutrientes y alimentos ricos en hierro”, manifestó.

Trivelli dijo que la anemia y la  desnutrición crónica son los dos problemas nutricionales más importantes que afectan a los niños y niñas del Perú, pero han sido abordados de maneras diferenciadas.

Al respecto, mencionó que el Perú es un ejemplo mundial de lucha contra la desnutrición crónica infantil, ya que aprendimos a cómo enfrentarla y se implementó un programa que se institucionalizó y se mantiene.

“El reconocimiento de la lucha contra la desnutrición crónica infantil fue que no hay una bala de plata. Aquí lo que se necesita es un modelo de intervención que tiene múltiples aristas y que tienen que ir todas juntas con una meta común para lograr un cambio en el resultado”, explicó.

En el informe “Evolución de la Pobreza Monetaria 2014-2023”, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que el año pasado el 43.1% de los niños menores de tres años padecen de anemia por déficit de hierro en la sangre.

Puno registra el mayor porcentaje con 70,4 %, seguido por Ucayali con 59,4 %, Madre de Dios con 58,3 %, Loreto con 58,1 % y Huancavelica con 56,6 %. Estos datos subrayan la necesidad urgente de intervenciones efectivas para combatir esta problemática que limita el potencial de miles de niños en el país.

La pobreza rural es muy agresiva

Carolina Trivelli, dijo que la pobreza en los sectores rurales es “muy agresiva”, ya que los pobladores afectados están en un nivel de ingresos mucho más bajo y en el Perú cerca del 40 por ciento de los pobladores rurales enfrentan una situación de pobreza y el 16% está en situación de pobreza extrema.

“Eso significa que si la familia usa todo lo que tiene a su disposición, lo que produce, lo que puede obtener de los árboles, las donaciones privadas y las transferencias públicas, o lo que gana vendiendo su mano de obra, no le alcanza siquiera para agenciarse el mínimo de comida que necesita para sobrevivir. Un 16% (en pobreza extrema) es brutal”, manifestó.

En el año 2023, la pobreza monetaria afectó al 29,0% de la población del país y aumentó en 1,5 puntos porcentuales respecto al año 2022 (27,5%). En el área urbana fue de 26,4%, incrementándose en 2,3 puntos porcentuales con relación al año anterior; en tanto que, en el área rural fue de 39,8%.