RCR, 04 de abril de 2023.- Paula Távara, politóloga, master en políticas públicas y sociales, sostuvo que la diferencia entre una Cajamarca proactiva frente a un sur paralizado se debe a un abandono del Estado de regiones como Puno y Apurímac. También mencionó que la aprobación de la presidenta Dina Boluarte se ha visto afectada más por el tema de la represión policial que por las denuncias de corrupción.
“El norte con todas sus carencias ha podido recibir algo más de presencia del Estado, ha podido percibir que el desarrollo económico de los últimos años llegaba más hacia ellos, mientras que en el sur se ha sentido que el extractivismo no necesariamente se dejaba algún rédito para las comunidades o respondía a sus visiones de lo que se quería”, dijo.
Señaló, en declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), que probablemente el sur y el norte del país están pasando por distintos momentos. “Con no solamente un Sur o una Cajamarca, sino relaciones distintas según el momento y la necesidad entre Ejecutivo y gobiernos regionales o regiones, que no quitan que pueda haber una molestia y una desaprobación del gobierno y una movilización en esas regiones”, indicó.
Comentó que alrededor del sur queda algo de movilización todavía. “Los medios también se están encargando que no veamos realmente la dimensión que toma, pero lamentablemente parece que en este momento la cotidianidad digamos ha llevado a que la movilización disminuya”, declaró.
“Eso no significa que no haya posibilidad de que en algún momento se retome si hay algún escándalo mayúsculo, alguna situación que genere mayor indignación, pero tristemente creo que nos estamos reciclando y la ciudadanía se está resignando de muchas formas a que a que el cambio que esperaba conseguirse parece que no va a llegar, porque los actores políticos que tienen la posibilidad de hacerlo no tienen intención”, anotó.
Mencionó que hay una convivencia débil entre Ejecutivo y Legislativo hasta el 2026, con cada vez más desaprobación, con una distancia y un divorcio absoluto de la ciudadanía, pero en el cual los actores que ocupan el espacio público, los congresistas sus asesores, sus financistas de campañas y alrededor del Ejecutivo también puedan mantener los privilegios y el poder hasta entonces.
Señaló que la tarea grande de la política es oír esas diferentes voces y encontrar formas de que el Estado llegue a todo el país. “No necesariamente el Gobierno, llegue a todos y respetando las formas de entender qué queremos de la política y que necesitamos de la política en cada territorio. No se logra la paz social aplastando el conflicto, sino encontrando formas de que todos nos sintamos satisfechos con lo que está ocurriendo en la política y con lo que percibimos del Estado”, apuntó.
Remarcó que, si bien la aprobación de la presidenta Dina Boluarte se ha visto bastante afectada en estos meses, se ha dado más por el tema de la represión policial y por la forma en que ha gestionado su relación con el Parlamento, que por las denuncias de corrupción o de financiamiento ilegal.