RCR, 26 de Febrero 2023 .- El ingeniero y ecologista, David Landa, dijo que el vertido de químicos y agroquímicos es la más grave contaminación que afrontan el suelo y los ríos de la Amazonia, porque no se detectan a simple vista como los desechos y la basura que generan las poblaciones. Señaló que hay un ataque brutal a la biodiversidad y al ecosistema amazónico en general, que es la contaminación de los ríos, de los cuerpos de agua y de los suelos.
“Lo más grave es la contaminación por vertidos químicos, por fertilizantes, por agroquímicos, por pesticidas al suelo y a los ríos. Al suelo directamente en los sembríos y luego viene las lluvias o las actividades de riego que van a decantar estas aguas en los arroyos y esos van a ir tributando a los cursos mayores y ahí hay una alteración de la composición química de las aguas de la Amazonía que es gravísima”, dijo en la secuencia “Reflexiones amazónicas” de RCR.
Consideró que lo más grave viene por la contaminación de la actividad misma de la extracción de los hidrocarburos. “Ahí el agente contaminante terrible es el vertido de aguas en formación que son aguas que tienen otra composición química que discurren por los ríos. Estas aguas en formación tendrían 13 mil veces más de cloruro que las aguas normales. Te puedes imaginar estas aguas son las que se vierte a veces sin control la mayor de las veces porque eso parece invisible a los ríos, a los suelos, etcétera”, indicó.
Remarcó que hay un ataque brutal a la biodiversidad y al ecosistema amazónico en general que es la contaminación de los ríos, de los cuerpos de agua y de los suelos. “Y eso sí que es alarmante, porque en la mayoría de los casos no se ve. Lo que se ve en la contaminación de los ríos son los vertidos de las aguas residuales de las poblaciones a todos los cuerpos de agua. El 90% de la población y de los hogares de la Amazonía no tienen tratamiento de agua residual”, afirmó.
“Y eso es un gravísimo problema porque quiere decir que el 90% de las aguas servidas de estas poblaciones se van a las correntías, a los arroyos y a los ríos. En Pucallpa, Iquitos, Moyobamba y Tarapoto todo el grueso de la digamos generación de aguas residuales va a los ríos. Eso es lo que se ve y genera una preocupación tremenda”, expresó.
Manifestó que, si bien la contaminación poblacional altera la composición química de los ríos amazónicos, no tiene la gravedad como el tema del petróleo. “La contaminación que generalmente atribuimos a aquello que sale en la noticia de que se rompió el Oleoducto, pero eso es ocasional y fortuito. No es permanente y en la mayoría de las veces son ocasionadas por las mismas poblaciones que están asentadas ahí como un método de hacer presión al Estado para que les den atención. Eso en realidad si bien contamina e impresiona no es lo más grave”, subrayó.
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