RCR, 06 de febrero de 2023.- Pablo de la Flor Belaunde, comentarista de la secuencia “El vigía” de RCR, señaló que el caos de los últimos meses tras las protestas en el país, ya tiene efectos en la economía presentando un bajo crecimiento y un aumento de la inflación. Asimismo, agregó que la suspensión o paralización de operaciones mineras como Las Bambas, ocasionan que el Estado reciba menos recursos para atender los servicios de la población.

“El caos de los dos últimos meses nos está pasando factura, este año tenemos un bajo crecimiento económico que superará el 1% con menor empleo y más pobreza, además la inflación está en aumento debido al encarecimiento de los productos de primera necesidad como consecuencia directa de los bloqueos de vías”, manifestó.

Precisó que las movilizaciones violentas han perjudicado a las principales operaciones del país, sobre todo en el corredor minero del Sur que se ha visto severamente golpeado en su producción. Asimismo, indicó que la paralización de las Bambas ocasiona que el Estado reciba menos recursos para destinarlos en atender los servicios a la población.

“Ante los ataques directos, las empresas han tenido que lidiar con la escasez de insumos y las dificultades del traslado de su producción a puertos, expresión de ello es la reciente suspensión de Las Bambas que amenaza los ingresos de 75 000 trabajadores y proveedores. Cada día de paralizaciones se traduce en la perdida de impuestos para el Estado de más de 6 millones de soles, de los cuales también se transfieren a los gobiernos locales de Apurímac”, informó.

Indicó que, si la actual coyuntura de violencia e inestabilidad se prolonga, es probable que la producción metálica siga retrayéndose, lo mismo ocurre con el sector hidrocarburos que en enero muestra un fuerte retroceso.

Pablo de la Flor Belaunde, mencionó que el caso más desalentador es el turismo para el Sur del país, ya que producto de las manifestaciones violentas el ingreso de visitantes extranjeros se ha reducido a la mitad y miles de reservas hoteleras han sido canceladas.

“Cusco ha quedado convertido en una ciudad fantasma y en Puno el 95% de trabajadores del sector se encuentran desempleados, la cuenta que nos deja esta jornada de caos y destrucción, no solo es la trágica pérdida de vidas, sino el alto costo económico que pagaremos todos los peruanos, especialmente los más pobres y vulnerables”, subrayó.