Saluda ampliación de liquidación en marcha y espera coordinación con Ejecutivo para flexibilizar parámetros ambientales, entre otros obstáculos.
RCR, 27 de agosto de 2016.- Hay interés de inversionistas para la adquisición de los activos del Complejo Metalúrgico de La Oroya, sin embargo, no les corresponde hacerse cargo de la herencia ambiental consecuencia de errores cometidos durante la gestión de anteriores empresas, advirtió Pablo Peschiera representante de Dirige, firma responsable de la liquidación en marcha de la refinería.
En declaraciones a RCR, Red de Comunicación Regional, el representante dijo que la aprobación en el Congreso de la República de la norma que amplía el plazo de liquidación de Doe Run Perú, es un paso importante y necesario que permitirá hacer los cambios para generar las condiciones que viabilicen la venta de los dos principales activos de la empresa –el complejo metalúrgico y la mina Cobriza.
Dijo que varios inversionistas han hecho evaluaciones a profundidad con su personal técnico, inspeccionado las instalaciones para hacer los análisis necesarios que les permitan hacer sus respectivos planes de inversión y operativos, sin embargo, nadie está dispuesto a pagar las cuentas de otros referidos a los costos que demandará la remediación de los pasivos ambientales del pasado, pues alegan que sólo les compete cumplir las normas ambientales a partir de su ingreso.
Afirmó que el nuevo gobierno eventualmente necesita de un tiempo prudencial de varias semanas para familiarizarse con el tema, estudio y análisis que le permitirá tomar las decisiones -con la coordinación de la empresa liquidadora y los trabajadores- en la flexibilización suficiente de las condiciones técnicas y económicas que permitan convocar exitosamente a inversionistas.
En ese sentido, dijo que Dirige espera coordinar con el gobierno el abordaje de los parámetros ambientales en La Oroya (que son considerados excesivos y eventualmente desalientan a potenciales inversionistas).
Peschiera precisó que las acreencias totales de la empresa suman US$ 600 millones y, al mes de julio US$ 93 millones representan acreencias laborales (de los cuales US$ 42 millones se han acumulado desde la liquidación de la empresa) que se espera pagar si se dan las condiciones favorables para la inversión.
La empresa cuenta con aproximadamente 2,200 trabajadores en planilla de los cuales 1,275 se encuentran bajo el régimen de suspensión.
En entrevista anterior a RCR, el representante de Dirige afirmó que en el proceso de liquidación en marcha se hacen esfuerzos para que los trabajadores sean recontratados porque si los inversionistas adquieren los activos de la empresa será para su reactivación e incremento de la producción, lo que necesariamente requerirá del personal calificado que actualmente cuenta la refinería y Cobriza.
Sin embargo, subrayó, los nuevos operadores solicitarán que esta recontratación laboral sea efectuada de manera flexible lo que les permitirá evaluar al personal -en función a sus calificaciones, estado de salud, etc.- superada esta posición, se prevé que la mayoría de trabajadores será recontratada.