Fuente : Diario Pregón
El movimiento regional Progresista de Apurímac, liderada por Christian Zegarra Palomino, realizó una labor de desprendimiento denominada “Encuentro Progresista de Proyección Social” donde se recepcionó a más de 5 mil personas entre niños y adultos. En esta actividad hubo barbería y corte de pelo, atención médica básica, show infantil, degustación de gastronomía, música en vivo y desparasitación de mascotas, todo completamente gratuito.
En un día sin precedentes, la población acudió masivamente a este evento, sobre todo los hermanos de Pueblo Joven Centenario, donde agradecieron y felicitaron al candidato regional Christian Zegarra Palomino, quién optó por desarrollar su cierre de campaña de una manera diferente, compartiendo alegría con los que menos tienen.
Esta actividad tuvo lugar el último fin de semana en la plaza de Villa Ampay-Pueblo Joven en Abancay, hasta donde se constituyó la población con sus menores hijos para ser parte de este compartir que ningún partido tradicional lo hizo ni lo hará, “porque prefieren derrochar dinero para tratar de comprar votos”, señaló el candidato regional.
Normalmente, los cierres de campaña se caracterizan por traer portátiles a la ciudad para hacer aparentar que esas agrupaciones cuentan con respaldo, exponiendo al peligro a las personas que trasladan en camiones desde diferentes comunidades y distritos para luego obligarlos a caminar por las calles. Los gastos que irrogan estos cierres de campaña son millonarios y por eso, las gestiones regionales quedan hipotecadas, donde solo se benefician un grupo de personas y financistas oscuros.
Christian Zegarra, demuestra una vez más su lado humano con el prójimo, como cuando lo hizo con la organización Kusi Uya, la misma que durante más de 10 años entregó alegría a los niños más vulnerables de Abancay y sus distritos. Hoy ese hijo apurimeño invoca a la población a votar con conciencia, porque aquí se define el futuro de nuestra región y recuerda a todos que, “quienes gastan millones en sus campañas son el símbolo de la corrupción”.
Los cerritos del movimiento Progresista de Apurímac representan la honestidad, la vocación de servicio y la lucha frontal contra la corrupción. Apostemos por este nuevo proyecto, sin antecedentes y porque quiere hacer las cosas diferentes para el progreso de nuestra región.