RCR, 06 de Setiembre 2022 .- Fernando Gonzales, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que desde el IPE está proyectando que el Perú va a sufrir un crecimiento negativo de la inversión minera en los años 2022 y 2023, debido a la incertidumbre política. Advirtió que la desaceleración de la economía peruana va a traer como consecuencia el aumento del desempleo, salarios reducidos y la reducción del consumo.
“En el IPE prevemos que la inversión privada en el segundo semestre del año caería alrededor de 3% o 3.3% y estamos previendo un resultado negativo para el año de menos 1.3% de caída de la inversión privada. Entonces consideramos que incluso las proyecciones del MEF podrían ser muy optimistas”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que desde el IPE prevén más una caída de 3.1% de inversión privada para el año 2023 y menos 1.3% para el 2022. “La inversión privada es el motor del crecimiento de la economía, porque representa el 80% de la inversión total en el país. Entonces, sin inversión privada no se puede sostener un ritmo de creación de empleos formales, por ejemplo, que puedan compensar el deterioro del mercado laboral, que sucedió tras la pandemia y que hasta ahora no se logra recuperar”, indicó.
Advirtió que la inversión privada ha venido desacelerándose muy fuertemente en el país. “En la primera mitad del año 2022 hemos tenido un crecimiento de alrededor de 1%, lo cual es bastante bajo, por debajo de otros países de la región, insuficiente si queremos recuperar el empleo de calidad que ha sido fuertemente deteriorado a raíz de la pandemia. Ahora las condiciones en esta segunda mitad del año son menos favorables, tenemos la confianza empresarial muy deteriorada desde hace 16 meses consecutivos”, expresó.
Remarcó que esta situación terrible, que se avecina para todos los peruanos, se debe a la incertidumbre política, al incremento de la conflictividad social, a las normas laborales del gobierno que afectan la inversión privada. Mencionó que a esta situación se añade la crisis internacional. “Esto ha generado, por ejemplo, que el precio de los metales que nosotros exportamos, como el cobre, se han tornado más bajos. El cobre ha venido cayendo en los últimos dos meses ha caído fuertemente”, apuntó.
Señaló que la paralización de minas importantes como Las Bambas en Apurímac y Cuajone en Moquegua han generado tasas de crecimiento negativas. “También se prevé que en realidad la tasa de crecimiento de la economía en su conjunto sería de 2.1%, es una taza bastante baja, mucho menor a los niveles que hemos venido acostumbrados en los últimos 20 años y que sería en realidad a esta tasa de crecimiento poder llegar a niveles como el PBI de Chile, por ejemplo”, declaró.
Enfatizó que la incertidumbre política que golpea al Perú no es buena para las inversiones. “Las inversiones necesitan estabilidad y predictibilidad de que se van a cumplir ciertas reglas de juego. Si es que creemos que no se van a cumplir, que no va haber una adecuada seguridad ciudadana, que no se van a respetar las leyes en el Poder Judicial si es que hay algún conflicto, etcétera, eso afecta las decisiones de inversión y eso es lo que está sucediendo”, aseveró.
“Eso unido a otros aspectos internacionales que también afectan. Ahora el panorama internacional está haciendo negativo y esto también al Perú como país abierto al mundo país integrado para tener un efecto. Lo que está actualmente nuestras manos es el aspecto interno, que nos está perjudicando. Acá es importante dar señales claras de que ojalá haya un cambio en el rumbo político para tener mayor estabilidad por parte de las personas que toman las decisiones”, subrayó.
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