Diego Macera, economista y gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Para aspirar al desarrollo es imprescindible la inversión privada, que tiene un peso cinco veces mayor a la inversión pública, y da inicio al ciclo económico de la sociedad al generar trabajo, la mejora de los ingresos, mayores impuestos, y la mejora en la calidad de vida de la gente.
RCR, 03 de mayo 2018.- Cajamarca tiene una situación complicada. Lleva tres años consecutivos con el índice de pobreza más alto del país por decisiones de política económica mal encaminadas, y el resultado ha sido que ha vivido en una aplastante recesión expresada a través de la caída del Producto Bruto Interno (PBI) -esto es, la actividad productiva- durante cuatro de los últimos cinco años. Todo esto, por lógica elemental, se ha reflejado en la falta de oportunidades de empleo, rebaja en la calidad de los ingresos, y en un empeoramiento de la calidad de vida de los cajamarquinos, sostuvo Diego Macera, economista y gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE).
Pero, no todo es malo para la región de los Baños del Inca. A Cajamarca se le presenta una nueva oportunidad que debe aprovechar en los años que vienen, por haber sido bendecida como la primera región con mayor potencial minero en todo el país. Pruebas al canto: uno de cada cuatro dólares que se desean invertir en proyectos mineros en el Perú, tendría como destino Cajamarca.
Una muestra de esto es la adjudicación de Michiquillay en febrero de este año, y la existencia de varios proyectos grandes [por US$ 16,000 mil millones] que están en cartera, como Galeno, y quizás al final de la cadena se presente la oportunidad de reactivar Conga, indicó.
Sin embargo, dijo, estas inversiones solo son la mitad de la tarea pendiente, la otra mitad (en la que se han hecho mal las cosas) es ¿qué han hecho con los recursos generados por la minería?
“Yanacocha ha aportado en los últimos años más de S/. 4 mil millones de soles en canon y regalías mineras y vale la pena preguntarse en que se ha usado. Acaso en agua y desague, nuevas vías de comunicación, caminos, hospitales, colegios, reservorios, obras de riego, etc. Evidentemente no, se ha despilfarrado ese dinero”, acotó.
El especialista reiteró que este año, hay un nuevo apetito por invertir en sectores extractivos a raíz de la mejora en los precios de los minerales y la demanda creciente de parte de países asiáticos, por lo que a Cajamarca y a los cajamarquinos se les presenta una segunda oportunidad que no deben dejar pasar.
Macera reveló que en la última década, el sector público de Cajamarca que incluye al gobierno regional y municipalidades, quintuplicó su presupuesto para gastos e inversiones, lo que representó miles de millones de soles de los que no se sabe en que se han gastado.
“El destino de los recursos recibidos por las autoridades de la región, es decir, en que se gastó, no es consistente con el dinero que ingresó a sus arcas. Se construyó un auditorio por S/. 56 millones de soles, algunos caminos y avances en infraestructura, y nada más. Pero Cajamarca aún tiene problemas de conectividad y falta de infraestructura básica. Existen muchos colegios que no disponen de los tres servicios básicos: agua, desague y electricidad, la conexión de internet es una de las más bajas de todo el país, etc. En resumen, los problemas continúan, debido a que ha habido una pésima ejecución de gasto y corrupción”, precisó.
En ese sentido, comentó que Cajamarca es también una de las regiones con mayor número de funcionarios procesados y condenados por corrupción, y pago de coimas por adjudicación de obras.
Finalmente, Macera señaló que para crecer es imprescindible la inversión privada, que tiene un peso cinco veces mayor a la inversión pública, y da inicio al ciclo económico de la sociedad al generar trabajo, la mejora de los ingresos, mayores impuestos, y la mejora en la calidad de vida de la gente.