RCR, 26 de junio de 2022.- Eleazar Crucinta, rector de la Universidad Nacional de San Antonio de Abad Cusco, destacó que el Perú es históricamente un país minero y no puede negar esa realidad. En ese sentido, planteó la necesidad de que el Gobierno impulse políticas mineras, que incluyan el sentir de la población y de las comunidades de los entornos mineros.
“Es bueno siempre dar a conocer este proceso con el cual nosotros históricamente hemos transitado y no podemos negar que el Perú es un país minero. En ese sentido y siendo así, si bien existe algún nivel de políticas sobre la minería, lamentablemente estas no están muy claras y no juegan un rol preponderante para que haya el ejercicio necesario de quienes están en este trabajo de la minería”, dijo en el Jueves Minero “Desarrollo de Infraestructura Apurímac, Cusco, Puno”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Remarcó que el Perú indudablemente es minero. “Así como es agrícola es minero. Desde la época preinca e inca, la minería ha jugado un rol muy importante, un ejercicio económico muy interesante de lo que viene a ser la conciencia de acuerdo al tiempo y a la época en que se ha suscitado. Mucho más está en el período colonial de la explotación minera, a partir de lo que viene hacer la dominación española, la República de igual manera y ahora enfrentamos una característica minera tratando de hacer notar algunos aspectos sobre sobre la minería”, indicó.
“Esta problemática tenemos que verlo en varios aspectos fundamentales, primero decisión del Legislativo y del Ejecutivo, y no simple llanamente verlo con unos ojos distintos, sino que esos ojos distintos tienen que ver de acuerdo primero a la necesidad que tiene la nación, por un lado la necesidad que tiene la propia población, y esa necesidad tiene que ser satisfecha pero en su integridad, no simplemente viendo un foco economicista, sino también desarrollista, en donde debe tener participación directa el sentir de la población”, afirmó.
Señaló que, en muchos casos, no se toma en cuenta el sentir de la población y existen los conflictos sociales. “Estos no se van a detener sino atacamos el problema con profundidad, que es el sentir de la propia población y de cómo ellos sienten el trabajo de la minería y con la protección de la naturaleza. Aquí tiene que jugar bien el Legislativo y el Ejecutivo con una visión coherente, no opresora, sino con una visión coherente”, expresó.
Destacó que la Universidad Nacional de San Antonio de Abad Cusco tiene las escuelas de Ingeniería de Minas, de Ingeniería Metalúrgica y de Ingeniería Geológica. “En cierta medida todas están articuladas a lo que viene a ser específicamente a la minería”, resaltó.
“Hace años, a la especialidad de Ingeniería de Minas, no querían muchos presentarse, teníamos pocos alumnos. Ahora no, en estas últimas convocatorias para los exámenes, es una escuela profesional donde la competencia para lograr una vacante es bastante. Eso quiere decir que la población está teniendo una visión poco distinta y que sus hijos quieren tener esa profesión. También Metalurgia e Ingeniería Geológica tienen bastante estudiantes y postulantes”, apuntó.
Mencionó que últimamente la población civil, sobre todo de comunidades, distritos, provincias, ven con un ojo bastante distinto a la minería. “Por ejemplo, hemos recibido nosotros al señor alcalde de Challhuahuacho, necesita que en su localidad la universidad pueda llegar a tener una filial”, declaró
“Propone que, si somos una zona donde existe minería, por qué no puede haber una escuela profesional de minas, así como una escuela profesional de medio ambiente. Es decir, ya va llegando tenía ese contexto y por lo cual, pues, la academia también tiene que ver con esos ojos lo que necesita la población”, subrayó.