Además, hubo 1,440 heridos y 2,839 militares detenidos en relación directa con los hechos.
Decenas de miles de personas salieron a las calles sosteniendo banderas turcas y otras marcharon hasta el aeropuerto para recibir a Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, y así desafiar a los militares rebeldes que intentaron, sin resultados, perpetrar un golpe de Estado en Estambul.
El primer ministro Binali Wyildirim aseguró que la situación se encuentra “completamente bajo control”, tras los enfrentamientos en Ankara y Estambul entre los insurrectos, el ejército y las decenas de miles de personas que se echaron a la calle.
El resultado del fallido golpe de Estado causó 161 muertos y 1,440 heridos sin contar a los otros 104 golpistas muertos. El primer ministro Binali Yildirim, señaló que 2,839 militares fueron detenidos en relación directa con los hechos.
Además, acusó al predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, de estar detrás de esta iniciativa sangrienta. El régimen turco considera que Gülen, un exaliado de Erdogan, encabeza una “organización terrorista”.
Este sábado el secretario de Estado estadounidense John Kerry instó a Ankara a presentar pruebas, al tiempo que se ofreció a ayudarle en la investigación sobre la intentona golpista.
Erdogan, criticado en los últimos años por su deriva autoritaria, exhortó a los turcos a “seguir siendo dueños de la calle (…) porque siempre es posible un nuevo estallido” en el país.
Desde la llegada al poder de Erdogan, la jerarquía militar ha sufrido varias purgas. El ejército dio tres golpes de Estado en el país (1960, 1971, 1980) y forzó la salida del poder de un gobierno islamista en 1997.
Fuente: Perú21