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PIURA: LAS FAMILIAS COMPRAN MENOS ALIMENTOS POR ALZA DE PRECIOS

Fuente : Diario el Tiempo de Piura 

Piura. Los S/50.00 o S/100.00 que se usaban en cada salida al mercado ya no alcanzan para comprar la misma cantidad de alimentos debido al incremento semanal de los precios.

Un kilo menos de pollo, media jaba de huevos o medio kilo de azúcar, es lo que se ha quitado a la canasta básica de los piuranos frente al alza constante.

“Ya tenemos 15 días en que todos los días sube un poco. Nos perjudica bastante porque no tenemos mucha demanda y otra por el margen de utilidad, que es demasiado bajo. La gente está comprando menos y no tenemos venta”, dice la comerciante de la avícola Leydy del mercado Anexo de Piura, Hilda Tineo.

En su caso, refiere, que las ventas han caído en un 50% desde que el pollo empezó a subir. Ahora, el ave de granja procedente de Trujillo, se cotiza entre S/9.20 y S/9.60 al por mayor y minorista, respectivamente.

Un panorama similar se vive en el mercado Plaza del Mar, donde el descenso de la demanda de compra se calcula en un 30%.

“Conforme van subiendo los precios, ya se reducen las compras porque a los caseros no les alcanza el dinero. De medio saco, ahora compran 10 kilos y todo medido. Ese problema afecta a los mercados y al pueblo”, afirma el comerciante Hernando Córdova.

En su caso, la mayor sorpresa es el azúcar. En menos de una semana, el kilo pasó de S/4.00 a S/4.50, en tanto el saco de 50 kg pasó de costar S/195.00 a unos S/210.00. Se calcula que solo en este año, el precio del azúcar se ha elevado en un 38%.

La Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados (APAAD) estima que la producción nacional cayó un 12%, debido a una restricción en las áreas de siembra y cosecha.

El menor stock disponible está empujando el precio al alza, en perjuicio de la población. En el caso del pollo, el aumento del costo de importación de los granos, sigue pasando factura.

¿Qué hacen?

Al alza del precio de los alimentos, se debe sumar el incremento del pasaje para llegar al centro de abasto.
Frente a este problema, a las familias solo les queda racionar e incluso prescindir de parte de su dieta.

“Todo está caro y ya no alcanza lo que se gana en la familia. Ya no se puede hacer las tres comidas como antes, ahora todo está medido. Si antes se compraba un pollo, ahora medio nomás. Ya no hay para el paseo”, afirma Violeta Girón.

Lo mismo hacen en la familia de Luis Márquez.

“La canasta familiar está por las nubes. De todo lo que comprábamos, ahora se compra menos como el pollo, ya que solo llevo medio kilo. La movilidad también ha subido. Para venirse del barrio hacia acá son 4 a 5 soles y eso afecta el bolsillo”, sostiene.

Para el docente de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura UDEP, Jorge Gallo, a las familias solo les queda resistir en base a la disciplina en el gasto de lo esencial.

“En el presupuesto familiar hay que restringir los gastos que no sean necesarios; los gustitos hay que reducirlos a la mitad, el pollito a la brasa, la cerveza; porque hay cosas básicas que no se pueden dejar de consumir como la leche para los hijos, el arroz y la carne. Cuando estas cosas suceden, como se entiende que son temporales, hay que ajustar los gastos que no son necesarios”, afirmó.

Sostiene que lo peor que podría hacer una familia es endeudarse con las tarjetas de crédito por bienes no indispensables.

“Hay que hacer un presupuesto ajustado a la realidad y seguirlo con mucha disciplina. La deuda no te resuelve nada y lo único que hace es trasladar un problema para mañana, pero con un costo mayor”, explica.

Añade que no se puede pensar en la intervención del gobierno para regular los precios, ya que generaría un mercado paralelo.

“Siempre ha pasado eso desde la época de Velasco, Morales Bermúdez y Alan García. Ese cuento ya lo han dado”, anotó.

Datos
·   Este 28 de marzo, los transportistas de carga pesada iniciarán un paro nacional ante el incremento del precio del combustible y pago de impuestos.

·   La medida podría golpear mucho más a las familias piuranas por la escasez de algunos productos, y su inevitable incremento de precio ante la reducida oferta que se podría dar.