RCR, 29 de octubre de 2021.- Miguel Cardozo, presidente de Rumbo a Perumin e integrante del consejo directivo del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), resaltó que Áncash es una región que ha mejorado sus indicadores de desarrollo gracias a la minería, en el Jueves Minero “Desarrollo territorial y minería en Áncash”, del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
“Áncash es una región que ha venido mejorando sus indicadores gracias al aporte de la minería y a empresas como Antamina. Como la gran mayoría de las regiones en nuestro país tiene también muchos desafíos importantes por delante. Una de las primeras conclusiones que ha dejado este evento es que el primer paso para desplegar un entorno competitivo y territorial pasa por generar una verdadera institucionalidad entre el Estado, comunidad y sector privado en el mismo territorio”, remarcó
Mencionó que hay un estudio de la OCDE del 2016 sobre el Perú, que señala que a nivel institucional existe una fragmentación y dispersión significativa en cuanto a cómo se implementan las políticas de desarrollo urbano y rural a nivel subnacional. “Esto sin contar el claro desalineamiento entre los diferentes niveles de gobierno regionales y además a nivel nacional”, precisó.
“Uno de los principales objetivos que tenemos como Instituto de Ingenieros de Minas del Perú es contribuir a crear esa institucionalidad, que permitirá desarrollar nuestro pleno potencial. Solucionar este problema crucial e implementar una agenda de desarrollo territorial de largo plazo”, observó.
Se necesita agenda de desarrollo
Señaló Áncash necesita contar con una agenda de desarrollo, para garantizar al aprovechamiento de los recursos generados por la minería. “Hemos hablado de lo bueno que es tener 20 años más de Antamina en Áncash, pero 20 años es muy poco tiempo para lograr los objetivos completos de desarrollo en la región. Esta agenda de desarrollo territorial de largo plazo debe permitirnos apalancar las diferentes potencialidades productivas de cualquier región o provincia y promover mayores oportunidades, para todos sus habitantes”, apuntó.
“Un ejemplo de ello es contar con una agenda de desarrollo territorial para Áncash. Eso significaría, en otras palabras, garantizar un mayor acceso a la cultura básica, a la educación, a salud pública de calidad, para todos los ancashinos. Es indispensable que todos los proyectos mineros y nuestra minería en general se inserten en el desarrollo territorial de nuestro país”, expresó.
Enfatizó que la minería es un catalizador de desarrollo y puede facilitar este camino, ya que no solo se articula con diversos corredores económicos, sino también crea mayores encadenamientos productivos a nivel regional. “Una gran parte del poder dinamizador de nuestra minería en las regiones se ha visto en los beneficios generados por la minería en Áncash”, anotó.
“Un estudio señala que la ejecución de nuevos proyectos mineros en Ancash, con una cartera de 1,300 millones, permitirá reducir la tasa de pobreza a 9.7% hacia el año 2031, asumiendo que los proyectos salgan en el tiempo correcto. Además de Antamina, esta región cuenta con importantes proyectos, como Magistral, Ampliación Pachay Maca, San Hilarión, entre otros. Es necesario invertir más en exploración minera, porque la exploración ha decrecido y esto va a representar un grave problema para el desarrollo nacional a futuro”, destacó.