RCR, 18 de Octubre 2021 .- Gisella Rojo, directora de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), señaló que el costo de la anemia en el Perú en el 2019 fue de más de 5,500 millones de soles, que es equivalente al 30% del presupuesto del sector salud. Advirtió que, si el problema no soluciona, con una labor conjunta del Estado y el sector privado, el país podría tener en los próximos 20 años una importante pérdida de productividad.
“En el 2019 el costo de la anemia para el Perú fue de más 5,500 millones de soles. Eso quiere decir que es el 0.075% del PBI. Estamos hablando del 30% del presupuesto del sector salud al año y 20% del presupuesto de educación. Los costos se calculan por la pérdida de capacidad cognitiva, perdida de escolaridad y pérdida de productividad. Un niño que ha sufrido anemia, está condenado a ganar 30% menos que lo que podría ganar un adulto que no ha sufrido anemia. Si este problema no se soluciona, en 20 años podríamos tener una pérdida de productividad muy importante”, precisó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Remarcó que la anemia es un tema muy complicado en el Perú. “Si bien es cierto, muchos países todavía tienen alta prevalencia de anemia, la prevalencia en el Perú para niños menores de cinco años es superior al 30%, lo cual ya es un problema de salud pública, según las cifras que maneja la Organización Mundial de Salud. Es un porcentaje parecido al de Marruecos y al de Egipto, muy superior a nuestros pares de la Alianza del Pacífico”, dijo.
“En niños de tres años del área rural hay hasta 49% de prevalencia de anemia, siendo Puno y Huancavelica las provincias que mayor prevalencia tienen. Lo que urge es una atención prioritaria en los centros de salud de primer nivel a la madre gestante y al menor de seis meses, la anemia en niños menores de tres años es superior al 40%. En niños menores de 6 meses a un año la prevalencia es casi del 53%, lo que afecta la capacidad cognitiva de los niños”, indicó.
Explicó que la anemia es un problema multicausal, no viene de un solo lado, viene de varios lados. “En primer lugar, viene de la falta de alimentos ricos en hierro que los niños no consumen. Por otro lado, falta servicios donde se enseñe a la madre que debe comer el niño. También tenemos la falta de agua potable y saneamiento en muchos lugares, sobre todo en las áreas rurales”, apuntó.
Destacó que en el simposio “Unidos contra la pandemia –propuestas y compromisos público – privados para una mejor alimentación de todos los peruanos” organizado por la SIN, la primera propuesta fue producir arroz fortificado. “Tenemos el caso de una empresa de alimentos que propuso utilizar proteínas de huevo, que puede ser de fácil acceso. Tuvimos otros ejemplos, donde tratan de que la proteína de la sangrecita esté en otros alimentos, de muchas formas para que el niño lo pueda asimilar”, observó.
“Hay un proyecto de Nestlé, en Chota, Cajamarca, con una inversión de 12 millones de soles, que ha sido ejecutado en los últimos tres años. La empresa ha colaborado en el primer nivel de atención en la capacitación de agentes comunitarios, de la Dirección Regional de Salud y agentes municipales. Este proyecto se hizo bajo el mecanismo de obras por impuesto. Es una ruta que podrían seguir otras empresas y podrían ayudar esta falta de manos que existe en el primer nivel de atención, para llegar a las comunidades de manera directa”, resaltó.
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