Fuente: Andina
La invitación fue transmitida por Kim Yo Jong, la hermana del dirigente norcoreano
El líder de Corea del Norte Kim Jong Un invitó este sábado al presidente surcoreano Moon Jae-in a participar en una cumbre en Pyongyang, en momentos en que Washington advierte contra «la operación de seducción» olímpica del régimen norcoreano.
La invitación fue transmitida por Kim Yo Jong, la hermana del dirigente norcoreano que visita Corea del Sur con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang-2018, según un portavoz de la Casa Azul, la presidencia surcoreana.
El líder norcoreano se declara dispuesto a reunirse con Moon «lo más pronto posible», aunque éste no había respondido de momento a la propuesta.
Si llegara a producirse, sería la tercera cumbre de este tipo después de las reuniones que el padre del actual dirigente norcoreano, Kim Jong Il, mantuvo en Pyongyang con los presidentes surcoreanos Kim Dae-jung y Roh Moo-Hyun en 2000 y 2007, respectivamente.
Pero este encuentro podría generar discordia entre Moon, partidario desde hace tiempo del diálogo con el Norte, y el presidente estadounidense Donald Trump, que hasta hace pocas semanas intercambiaba insultos personales y amenazas apocalípticas con Kim.
Washington exige que Pyongyang demuestre, antes de cualquier negociación, que está dispuesto a renunciar a su programa nuclear militar, cuando el propio Kim se vanagloriaba hace poco de que su país se había convertido en «un Estado nuclear de pleno derecho».
Tras meses de silencio sobre su participación en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, Corea del Norte aceptó finalmente enviar al Sur atletas, artistas, animadoras y una delegación de alto nivel.
Moon recibió a almorzar este sábado al jefe de Estado de Corea del Norte, Kim Yong Nam, cuyo cargo es eminentemente protocolario, y a Kim Yo Jong, primera integrante de la dinastía que gobierna en el Norte en pisar territorio surcoreano desde la Guerra de Corea (1950-53).
Carta personal
«La enviada especial Kim Yo Jong entregó una carta personal» de su hermano que expresa su «deseo de mejorar las relaciones intercoreanas», declaró el portavoz de Moon, Kim Eui-kyeom.
Oralmente le transmitió también la invitación de Kim Jong Un de «visitar el Norte cuando más le convenga».
Esta propuesta se produce tras dos años de extrema tensión en la península.
En este período Pyongyang efectuó tres ensayos nucleares, el último de ellos, y el más potente, en septiembre pasado. También llevó a cabo decenas de pruebas de misiles, entre amenazas de que tiene la capacidad de lanzar una bomba atómica que llegue hasta el territorio continental estadounidense
Moon no aceptó de inmediato la invitación, pidió más bien que se crearan «las buenas condiciones» y exhortó al Norte a buscar de forma más activa el diálogo con Washington.
«Es absolutamente necesario que el Norte y Estados Unidos inicien rápidamente conversaciones», dijo el presidente surcoreano, citado por su portavoz.
Algunos analistas han sugerido que Corea del Norte -que exhibió sus gigantescos misiles balísticos intercontinentales (ICBM) el jueves, en un desfile militar- busca con su participación en los «Juegos de la Paz» obtener un ablandamiento de las sanciones contra el régimen y hundir además una cuña en la relación entre Seúl y Washington.
Por su parte, Kim Yo Jong ha vivido un fulgurante ascenso hacia la cumbre del poder, que su hermano heredó del padre de ambos a fines de 2011. Desde octubre integra el poderoso politburó del partido único en el poder en Corea del Norte.
El último miembro de la familia Kim que visitó Seúl fue su abuelo, Kim Il Sung, fundador del régimen, cuando sus tropas conquistaron la capital en 1950.
Ningún contacto
En la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, no mantuvo contacto con los representantes norcoreanos en ningún momento, dijeron fuentes estadounidenses.
«Estados Unidos no permitirá que la farsa que constituye la propaganda norcoreana siga sin respuesta en el escenario internacional», escribió Pence este sábado en Twitter. «El mundo NO PUEDE permanecer sordo ante la opresión y las amenazas del régimen de Kim», agregó.