Ingeniero Rómulo Mucho, ex Vicemistro de minas, consultor económico y presidente de AGROMIN 2018.
RCR, 05 de febrero 2018.- La agricultura y la actividad de la minería son actividades complementarias que de manera responsable y en armonía con el medio ambiente generan el crecimiento de nuestro país. Uno de los principales objetivos al que se debe aspirar es lograr una sinergia entre ellas que permita un desarrollo sostenible para ambas actividades en sus respectivos entornos, sostuvo Rómulo Mucho, ex vicemistro de minas, consultor económico y presidente de Agromin 2018.
En diálogo desde los estudios de Red de Comunicación Regional (RCR), Mucho opinó sobre el actual conflicto que se ha generado con los productores de papa, mencionando que el Perú no ha logrado desarrollar una agricultura sostenible, que no sufra de este tipo de problemas como la sobreproducción, debido a que esta actividad ha sido abandonada sucesivamente por casi todos los gobiernos.
ASOCIATIVIDAD
La agricultura es la base de la seguridad alimentaria, explicó, por lo que es de vital importancia que tenga el apoyo de la minería para asegurar un adecuado desarrollo, principalmente a través de la asociatividad, que les permita asegurar niveles de producción, medios de transporte, mercados, entre otros elementos.
“Todo esto debe ir acompañado con políticas de estado para convencer a los parceleros, a los que tienen pequeñas porciones de tierras a juntarse, y de este modo, lograr mayor productividad, contando con el acompañamiento del Estado que puede encargarse del financiamiento, la capacitación en conocimiento de mercado, precios, infraestructura, etc.
Todos estos interesantes temas, y muchos más se tratarán en la próxima Convención Internacional agro- minera AGROMIN 2018, que se llevará a cabo entre el seis al ocho de junio en la ciudad de la eterna primavera, Trujillo.
“Agromin quiere responder a la disyuntiva de cómo generar una economía dual entre una economía grande, que representa una inversión minera, y una economía de subsistencia, y el aporte que debe destinarse al desarrollar el entorno del sector agropecuario”, sostuvo el experto.
Allí se verán, dijo, los variados casos de éxito que existen entre el trabajo conjunto de estas dos actividades, el agro y la minería, que han convivido desde tiempo inmemoriales porque no hubiera sido posible para el hombre sobrevivir sino hubieran encontrado herramientas que te da la minería para desarrollar el agro.
“Casualmente, uno de los ejes temáticos de la Convención serán las mejores experiencia de esta relación en el Perú. Existen varias, pero no se difunden. Una de ellas es la experiencia de Southern Perú, que en la zona de Candarave (Tacna) brinda un significativo apoyo a cientos de agricultores que se dedican a la siembra y cosecha de orégano de primera calidad, producto que actualmente se exporta y les permite obtener buenos ingresos”, detalló.
En otro caso, mencionó a la cuprífera Antamina, que opera en Ancash y ha dado un primer paso fundamental para apoyar el agro ejecutando proyectos a través del mecanismo de obras por impuestos.
“Por primera vez en el Perú, una empresa minera empleará este sistema para mejorar y optimizar el uso de terrenos agrícolas, construir canales de ríos, instalar nuevos estanques, implementar novedosas tecnologías de riego, impulsar la capacitación agraria y de logística, etc.”, informó.
AGROMIN 2018
Entre los principales objetivos del evento, está desarrollar estrategias para fortalecer el trabajo conjunto entre el agro y la minería, que conlleve evitar conflictos sociales y favorecer el desarrollo del país. Asimismo, compartir las mejores prácticas para minimizar y mitigar la afectación del medio ambiente en ambos sectores, recomendando los mejores instrumentos de manejo y control para ambas actividades con fines de mejorar la productividad, promover el uso de tecnología moderna en ambos sectores, y el uso de las mejores prácticas para el uso eficiente del recurso hídrico.
En AGROMIN se desea demostrar con cifras y hechos, la convivencia entre el agro y la minería desde tiempos inmemoriales, desmitificando que ambas actividades productivas compiten en un mismo territorio por el recurso hídrico o, que la minería contamina los terrenos destinados a la actividad agrícola.
Asimismo generar confianza en la actividad minera y hacer eficiente el uso del recurso hídrico en ambas actividades por medio de directivas y apoyo concreto de la academia, de la empresa privada y del Estado, y promover el destino de parte de los ingresos que genera la minería al desarrollo del agro, creando así la paz social que permita la sinergia entre ambas actividades productivas.
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