Para Miguel Ángel Rodríguez Mckay, analista internacional la crisis política brasileña es una realidad, que se está agudizando
RCR, jueves 25 de enero del 2018.-La elevación de la condena -de 9 y medio a 12 años de cárcel- aplicada al ex presidente de Brasil Luis Inacio “Lula” Da Silva, en una instancia superior de la Corte de Justicia de ese país, constituye una reconfirmación de la naturaleza punitiva del imputado, ratificando la culpabilidad del acusado, y de esta forma, impidiéndole su eventual postulación a la Presidencia en los comicios convocados para el mes de Octubre, sostuvo Miguel Angel Rodríguez MacKay, analista especializado en temas internacionales, en comunicación con Red de Comunicación Regional (RCR).
La crisis política brasileña es una realidad, dijo Rodríguez, y se está agudizando, pues siendo Lula un actor visible de la política brasileña, con un estándar que lo daba como favorito en las encuestas, es evidente que las cosas en Brasil se pueden convulsionar durante los próximos meses, más aún si el Poder Judicial ordena que Lula debe cumplir con la sanción penal.
Añadió que a pesar que le queda una posibilidad de apelación, el escaso tiempo que queda para la elección, pareciera que esfumaría sus pretensiones de participar en las elecciones y esta vez tendrá que resignarse
“Desde que sacaron a Dilma Roussef, el actual presidente Temer había logrado cierta estabilidad en el país, deteniendo incluso el proceso de desaceleración que había dejado Dilma. Veremos más adelante de qué manera impacta todos estos nuevos elementos en la situación política y social del país”, anotó.
GANGRENA
En torno al escenario que se vislumbra, Rodríguez recordó que Lula llegó al poder con una oferta de asistencialismo dirigido hacia los pobres y que luego fue ampliando a vastos sectores de la sociedad brasileña, utilizando para ello ingentes recursos del Estado.
De esta manera, agregó, anuló la capacidad de esa población para actuar como grupo social activo, acostumbrándola a no hacer nada y solo esperando con los brazos abiertos, lo que el gobierno puede hacer por ellos.
Comentó que toda esta actuación populista explica en buena parte porque las encuestas favorecen al ex presidente, confirmando de esta manera la gangrena que asola América Latina: la presencia de caudillos que se creen irremplazables, con alto crédito entre las bases populares, en este caso, brasileñas, pero convirtiéndose finalmente en una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento, destruyendo los cimientos económicos de su propio país.