RCR, 18 de enero de 2020.- Las autoridades sanitarias del Perú deben tomar medidas para evitar el ingreso por la zona de Loreto de la nueva supercepa del COVID-19 del Brasil, que es más potente y también ataca a los jóvenes de manera más rápida hasta mandarlos a cuidados intensivos, advirtió el médico peruano Jorge Aníbal Alcántara, quien reside y labora desde hace varios años en Manaos.
Hay muchos médicos peruanos de Iquitos aquí, estamos en una época de vacaciones, dijo. El flujo de personas en esta época es intenso, vivimos en un mundo de rápida comunicación y existe riesgo de contagio y, también, porque no pensar que el Perú tiene una mutación, todo cuidado es poco”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
“A los médicos se debe recomendar estar atentos al cuadro clínico, hacer un mapeo rápido del genoma, porque nadie puede impedir que el Perú también tenga la nueva cepa. En cada lugar el virus va cambiando. Los médicos debemos estar unidos y es preciso estimular a los que no son emergencistas, infectólogos, epidemiólogos, como, por ejemplo, los pediatras, cirujanos, dermatólogos, a estudiar Covid. Esto va a demorar y pasar tiempo hasta tener una comunión con el virus y que las futuras generaciones lo toleren mejor”, puntualizó.
Hasta el momento—destacó—tenemos registrados la variante del Reino Unido, de Sudáfrica, de Brasil. Después que Japón secuenció la estructura genética de esta nueva cepa, llama la atención sus 12 modificaciones de las que 8 son más importantes. Las modificaciones principales que ha tenido el virus son tres en la punta de la llave. Es como si hubieras mandado la llave de la cerradura de tu casa para que sea más perfecta y entre rápido. Las otras cinco modificaciones serían en la base de la llave. Eso ha favorecido al virus para escapar del sistema inmune y entrar a las células. Eso preocupa, porque se va a diseminar por todo el mundo globalizado”.
¿Qué cambios hay en el cuadro clínico con esta nueva cepa? “Los médicos dividían la enfermedad en tres etapas. La etapa uno, duraba entre cinco y siete días. En esta nueva presentación clínica parecía más corta y sin muchos síntomas iniciales, éstos venían con la fase 2, donde hay una reacción inflamatoria con compromiso en diferentes órganos, mostrando un compromiso pulmonar, en pocos días, y no respondían al anticoagulante como antes. Eso nos preocupó y por eso es que jóvenes pasaron muy rápido a la segunda fase, donde ya se necesita oxígeno”, explicó.
“Ya percibíamos que no era el mismo virus, era notorio en el cuadro clínico y fue confirmada por los japoneses. Esto pudo haber generado una mayor contagiosidad y de repente necesitamos menos cantidad de virus para infectarnos”, indicó. “La preocupación—afirmó—es que puede estar escapándose de nuestro sistema inmune, por eso estamos viendo más casos y cuadros de personas que tuvieron Covid en marzo y abril del año pasado y están teniendo nuevamente. Que sea más grave, no lo sé. El mayor número de hospitalizados en abril y mayo fue de 105 pacientes registrados, esta vez llegamos a 254 hospitalizados por día”.
Prevención
Enfatizó que el tratamiento más importante de una enfermedad es la prevención. El principal grupo de riesgo son los obesos, porque la obesidad es una enfermedad crónica y con el Covid, esa persona sufre más y es más probable que haga una enfermedad más grave”, aseveró. “Hasta que no tengamos una vacuna buena, tenemos que estar con buenos niveles de vitamina D, una buena alimentación y actividad física. El momento de buscar médico es el día primero de síntomas, no piensen que debe ser una sinusitis, una gripe. Otra cosa importante, nunca automedicarse”, subrayó.
Remarcó que a vecesno hacemos caso al dolor de cabeza y de espalda, decimos que es una gripe cuando ya puede estar con el covid. Tenemos que advertir el primer síntoma, un médico tiene que hacernos un seguimiento los cinco o siete primeros días. “Nosotros—explicó—tuvimos una caída brusca de casos a inicios de junio, nuestro pico en la primera ola fue abril y mayo, juntamente con Iquitos. Acá (en Manaos) no hubo escasez de oxígeno. En octubre, algunos colegas, que continuaban teniendo pacientes covid, refirieron un cuadro clínico diferente, nadie les hizo caso y en la quincena diciembre y vimos que el cuadro clínico era distinto”.
Recalcó que la curva en abril y mayo del año pasado no era tan empinada, pero esta vez la curva se empinó y el cuadro era más agresivo. “Nosotros llegamos a 70 fallecidos por día y esta vez ya tuvimos 76 en el pico de hospitalizaciones. Eso llevó a un toque de queda a partir de las 7 pm hasta las 6 am”, precisó. Acá el toque de queda es para evitar que la gente vaya a los hospitales, porque ya no hay espacio paciente, no hay camas. En Manaos colapsamos en oxígeno y en atención hospitalaria, nadie se esperaba esto, mencionó.
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