En menos de un año y en el marco del convenio con Operación Sonrisa
Tienen en promedio seis meses de nacidos y ya están ingresando al quirófano para que las expertas manos de cirujanos plásticos con un equipo de anestesiólogos y enfermeras empiecen a unir la fisura labial con que nacieron.
En ese momento se inicia un largo proceso para la rehabilitación completa de menores que vienen al mundo con las condiciones conocidas como labio fisurado y paladar hendido que les impide alimentarse convenientemente y vocalizar de manera que se entienda lo que hablan.
Así lo destacó el Dr. Beto Herrera Ruelas al revelar que, de noviembre del 2023 a junio del presente año, el Hospital de Emergencias Pediátricas ha realizado 65 de estas intervenciones, en el marco del convenio de colaboración institución con la Asociación Operación Sonrisa.
Relató que, inicialmente, se había planteado realizar cuatro cirugías mensuales, pero esa cifra fue rebasada desde un primer momento, entre las afecciones mencionadas y otra conocida como Anquiloglosia, igualmente congénita, que restringe la amplitud del movimiento de la lengua y dificulta el habla.
El Dr. Herrera manifestó que estos pacientes llegan al Hospital de Emergencias Pediátricas a través de la Asociación Operación Sonrisa, y que las intervenciones, que duran aproximadamente una hora, son totalmente gratuitas, al igual que otras terapias posteriores. En cuanto a la estadía hospitalaria, indicó que no excede las 24 horas.
Detalló que, si el menor con labio fisurado además tiene el paladar hendido, se programa una segunda operación para cuando el menor cumpla un año y medio.
“Son las edades ideales, pero muchas veces lo padres acceden al sistema de salud cuando el paciente tiene varios años y ya se manifiestan secuelas en el habla, la nutrición, e, incluso, en el ámbito emocional, pues, en muchos casos se aíslan o son aislados por su entorno”, refirió.
En tal sentido invitó a las madres que tienen hijos con estas patologías a que se acerquen con su hoja de afiliación al SIS al Hospital de Emergencias Pediátricas o a la Asociación Operación Sonrisa, pues lo ideal es que a los seis meses se realice la primera de las varias intervenciones para la recuperación total del menor.
A su turno, el Dr. Javier Pascual Zembo, comentó que la recuperación inicial se nota una hora después de la operación cuando el paciente empieza a alimentarse sin dificultad, pero a los 30 días ya se puede notar el cierre de los puntos, una leve cicatriz, un mejor estado nutricional, e, incluso, un mejor ambiente familiar.
Subrayó que, gracias al convenio con Operación Sonrisa, los niños pueden acceder a procedimientos prequirúrgicos de ortopedia dental para corregir el desarrollo de la estructura óseo facial; y, luego de la cirugía, tratamiento de odontopediatría, terapia del lenguaje, psicología y de orientación nutricional.
Así es como una entidad pública y una privada unen fortalezas para dar una atención integral a algunos de los mil niños que nacen anualmente con esas condiciones, remarcó.
El HEP resuelve casos complejos provenientes de todo el país y aquellos que son referidos de diversas entidades de salud. Atiende las 24 horas del día, los siete días de la semana, en la Av. Grau 854, La Victoria.
