Fuente: Unicef
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), con el apoyo de ADRA y UNICEF, llega a 148 niñas, niños y adolescentes con canastas de alimentos para ayudar a las familias acogedoras con las que viven temporalmente. Esta primera entrega se realiza a nivel nacional con kits que fueron elaborados considerando una alimentación balanceada y saludable que contribuirá con su adecuado crecimiento y desarrollo.
La población beneficiaria de estas canastas son aquellas niñas, niños y adolescentes que enfrentaron factores de desprotección y no pueden estar con su padres o madres. En estos casos, y de acuerdo con normativas internacionales y nacionales, las Unidades de Protección Familiar (UPE) del MIMP promueven el acogimiento familiar con otros parientes idóneos para asumir su cuidado, o con personas solidarias del Banco de Familias Acogedoras del MIMP, logrando que las niñas, niños y adolescentes, que viven esta situación se desarrollen en entornos familiares alternativos, adecuados y protectores, evitando la institucionalización.
En la actualidad, el MIMP tiene registradas a 140 familias que están inscritas en el Banco de Familias Acogedoras. Incluso durante la pandemia continuaron inscribiéndose aquellos que desean cuidar solidariamente a niñas, niños y adolescentes que están en desprotección. En este caso un equipo interdisciplinario de las UPE acompaña este proceso donde los interesados son rigurosamente evaluados y, de ser admitidos, son capacitados para asumir la protección temporal de una niña, niño o adolescente.
Cabe resaltar que en todos los casos se busca que los vínculos afectivos no se rompan y es por eso que se evita la separación de hermanos. Las familias acogedoras se convierten así, en un hogar temporal donde se les brinda apoyo, cariño y en el que encuentran un entorno adecuado para vivir protegidos y libres de toda forma de violencia.
Debido a la situación de pandemia por la que está atravesando el país, el MIMP, con el apoyo de ADRA y UNICEF, llega a las familias acogedoras bridándoles esta ayuda alimentaria. Las provisiones cuentan con un adecuado balance nutricional y vienen siendo entregadas casa por casa cuidando todos los aspectos de seguridad. En medio de esta emergencia sanitaria mundial la entrega de quienes reciben en sus hogares a la niñez y adolescencia vulnerable es un acto de solidaridad que debemos destacar y promover. Cientos de niñas, niños y adolescentes han encontrado bajo este sistema a familias que los acogen con amor, dedicación y protección.
