Ausencia del estado y falta de inversión generan inestabilidad laboral en los jóvenes loretanos.

RCR, 22 de junio 2018.- Tras la falta de oportunidades de empleo en la selva peruana, muchos jóvenes comienzan a movilizarse y comercializar drogas en las zonas bajas de la Amazonía. El economista y director del IDS IQUITOS, Róger Grández, señaló que estos jóvenes raqueteros son denominados como “raspachines”.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Grández lamentó que estos jóvenes se dediquen a resembrar la hoja de coca en la zona de Ramón Castilla en Loreto, así como también en las selvas bajas de San Martín y Ucayali.

“Si señalamos el mapa de la zona cocalera, el grupo jóvenes que son los raspachines se comienzan a movilizar y a comercializar drogas en la zona de la Amazonía. En la selva baja, los jóvenes lo que hacen es ir al campo y dirigirse a la resiembra de hoja de coca. Lamentablemente al no tener la oportunidad de empleo en Loreto es que no les queda otra cosa que dedicarse al comercio ilegal.”, expresó.

Acotó, que el pago de esta actividad en el comercio ilegal es remunerado con cantidades que van desde 80 a los 100 soles por jornada. También, mencionó que la agricultura solo está siendo remunerada entre 20 a 25 soles y con mayor razón en esta época, donde ha disminuido la actividad extractiva forestal.

Grández resaltó que, en el mercado la coca está muy vigente con un crecimiento del 14% y eso genera un ingreso diario a los jóvenes en Loreto que se dedican a este actuar irregular. Además, expuso la cantidad de jóvenes que se dedican a esta actividad.

“Estamos hablando de un aproximado entre 500 a 1000 personas, las cuales muy pocas se quedan en su lugar de origen, el otro grupo poblacional viene que viene a Iquitos, en conclusión, estamos hablando de una gran población de personas y que el sistema economía no les permite tener un ingreso adicional para un ahorro a futuro.”, manifestó.

Por otro lado, precisó que el estado tiene problemas para terminar con esta problemática y situación económica sucedida en estas comunidades. Resaltó que si el Estado interviene no lo hará de la forma correcta porque Loreto y partes de la Amazonía peruana son desafíos complicados.

“Loreto es un desafío permanente y no es como trabajar en Huánuco, Piura y en otro lugar como en la costa. Loreto ocupa el tercer poniente del territorito nacional. Si nos vamos a Caballococha o Putumayo veremos que son corredores naturales del narcotráfico y del terrorismo. Es una zona natural de comercio y actividad que está contratando a jóvenes para que se dediquen de manera informal a estas acciones ilegales.”, finalizó.