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LA FALSA TESIS DE LA CABECERA DE CUENCA

Fuente: Portal El Montonero

Una mentira que mantendrá a millones en la pobreza

El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ha publicado un documento, denominado El potencial económico de los recursos minerales y la protección ambiental en la alta cordillera del Perú, en el que se establece que el 80% de las actuales operaciones mineras, el 80% de los proyectos en cartera y el 80% de los proyectos de exploración avanzada están sobre los 3,000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m). En otras palabras, todo el potencial minero del Perú está sobre esa altitud.

Sin embargo la Ley N° 30640 —llamada Ley de Cabecera de Cuenca, propuesta por el congresista Marco Arana, del Frente Amplio—, que modifica la Ley N° 29338 (Ley de Recursos Hídricos), establece la posibilidad de declarar como “zonas intangibles” y “ambientalmente vulnerables” a las llamadas “cabeceras de cuenca”, que se ubican en la cota de 3,000 m.s.n.m, con el fin de detener las inversiones mineras.

Como hemos sostenido en este portal, el concepto de cabecera de cuenca es una absoluta falacia. ¿Por qué? El agua no proviene de la llamada cabecera de cuenca, sino de las lluvias. Y si se trata de cosechar agua para el consumo humano y la agricultura se debería invertir en represas y reservorios, a semejanza de los países desarrollados.

Con la publicación del mencionado documento Ingemmet, como entidad científica, cumple el deber de fomentar la investigación sobre los recursos minerales y la geología ambiental, y otras investigaciones vinculadas al patrimonio geológico nacional. En este contexto, Ingemmet ha procesado diferente información relacionada con la actividad minera y estima que, para el 2050, el Estado peruano podría recaudar US$ 547,000 millones provenientes de los minerales cobre, oro, zinc, plomo, molibdeno y otros. Un monto que serviría para erradicar la pobreza, expandir y mejorar los servicios públicos, y desarrollar toda la infraestructura productiva atrasada.

Sin embargo, la mencionada ley de cabeceras de cuenca puede bloquear todas las posibilidades de crecimiento en minería. Si la Ley Nº 30640 se aplicara, tal como quieren el congresista Arana y los radicales antimineros, la desgracia nacional recaería como una bomba atómica sobre los sectores de pobreza extrema, ubicados mayormente —según el Instituto Nacional de Estadística (Inei)— en la sierra (70%).

La Ley de Cabecera de Cuenca es una total falacia, una tremenda mentira que no soporta ningún razonamiento técnico ni conceptual. Para Ingemmet, el concepto “cabecera de cuenca” no existe en ningún texto de geomorfología (estudio de la superficie terrestre). La ex ministra deL Ambiente, Elsa Galarza, dijo que era un concepto aún por definirse. Para el ambientalismo antisistema, en las llamadas cabeceras de cuenca los ríos nacen de la nada. Como se sabe, el ciclo hidrológico natural es integral y continuo. El agua proviene de las lluvias, neblina, granizo y nevada.

Un estudio del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi, 2001) establece que en las regiones central y septentrional del Perú las precipitaciones pluviales ocurren entre las cotas 1,500 m y 3,000 m. Entonces, el congresista Arana está totalmente equivocado. Si no hubiera precipitaciones pluviales sobre la cota 3,000 m no habría cuencas, ni acuíferos, ni nacientes por encima de esa cota.

¿Por qué, entonces, tanto drama con el agua si, además, solo el 1% de las aguas disponibles en el país son usadas por la minería, que incluso recicla esas aguas? Además, ¿por qué las ONG (Amnistía Internacional, CooperAcción, Red Muqui y otras) siguen magnificando las supuestas contaminaciones como consecuencia de las operaciones mineras? Según el estudio de Ingemmet, en la actualidad, las áreas impactadas por la minería son de 59,474 hectáreas, que representan apenas 0.046% del total de la superficie territorial peruana.