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DOS PERUANOS DE LARGA TRAYECTORIA: ALFONSO BARRANTES LINGÁN Y ENRIQUE BERNALES BALLESTEROS

Por Manuel Ernesto Bernales Alvarado – Politólogo y Administrador Público

El año que termina será recordado por varios hechos políticos de importancia, nacionales e internacionales, que debemos interpretar en el marco de los procesos de larga duración. Estos procesos suelen albergar actores, casi siempre varones, que destacan en uno u otro sentido; vivos como Fujimori o Montesinos, o fallecidos como Alfonso Barrantes Lingán (Cajamarca 30 de noviembre 1927 – La Habana, 2 de diciembre 2000) y Enrique Bernales Ballesteros (fallecido en Lima, el 24 de noviembre 2018, a 18 días de su cumpleaños 78).

Dos itinerarios vitales que confluyeron, luego de militar en opciones políticas, incluso en pugna, que en ambos casos cambiaron de manera sucesiva, hasta el período velasquista, tan mal estudiado y deformado  exprofeso, para borrar parte de una memoria nacional popular. Dejando sentado que Barrantes no fue velasquista y Bernales en ese periodo solo fue consultor ad honorem del Instituto Nacional de Planificación (INP) para algunas políticas públicas, como política social, política regional y política de reforma de la administración pública, (Plan Perú 1971-1975), que tengo documentado, con otros ciudadanos del social progresismo, la DC, AP, Apra e independientes.

Barrantes Lingán dejó su afiliación al Partido Aprista Peruano allá por 1958, (recordemos la manifestación anti Nixon que lideró) y de presidente de la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM), para pasar a ser líder del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) cuyo dirigente orgánico era el estudiante Guillermo Herrera, del Partido Comunista Peruano (PCP), cuyo secretario general fue el senador Jorge del Prado. Lo conocí en el Congreso de Estudiantes de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), en Arequipa (1961), que presidía Óscar Espinosa Bedoya, presidente de los estudiantes de la UNI, ACUNI, y cuyo secretario de Relaciones Exteriores era Enrique Bernales.

En ese Congreso de Arequipa, los dirigentes mayores que recuerdo, Arturo Bouroncle Peralta, Rodolfo Elmore Holtig, me enviaron a “polemizar” con Barrantes en la Comisión de Relaciones Exteriores y Barrantes dijo algo así “…discutidor ese muchacho…”. Ese Congreso eligió a Max Hernández Camarero como presidente de la FEP (La Salle, promoción anterior a la de Bernales, Lima, de la Facultad de San Fernando, medicina, UNMSM). El siguiente fue Walter Palacios Vinces, de la Universidad de Trujillo, que fue otro de los que fueron confluyendo, no Hernández, en el periodo velasquista. Hasta su alejamiento organizativo del PCP, aunque con buenos amigos también en parte de sus ramificaciones, Barrantes se mantuvo en el campo social y Bernales en el universitario.

Luego de 1959, el  FER, bajo la influencia de la Revolución Cubana, fue mayoría en las universidades del Perú. De los desgajamientos del PCP, el PAP (más llamado Apra) y, años después, del Partido Socialista Revolucionario (PSR) emanaron  otras corrientes, incluido el MIR original, los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional de 1965, como Héctor Béjar, y más tarde Sendero Luminoso y el MRTA.  

En los setenta y ochenta el “Tío Frejolito” tuvo coincidencias más fuertes que discrepancias con Enrique Bernales Ballesteros, entre otros políticos, sindicalistas y líderes populares, en esa época ya con mujeres en la dirigencia.  Bernales, educado en La Salle (aunque su padre, tío del mío, fue director del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe), ingresó a la Universidad Católica en 1957. Fue parte de una generación de jóvenes demócrata cristianos que fundaron la Federación de Estudiantes (FEPUC). Una saga que inicia con Alfonso Cobián y Macchiavello, sigue con Agustín Figueroa, Manolo Moreyra Loredo, Constantino Urday González, (luego Bernales Ballesteros pierde por pocos votos ante Alejandro Díaz Marín, destacado dirigente apoyado por social progresistas, acciopopulistas e independientes). Luego es elegido fiscal por la Asamblea General de Delegados). Inmediatamente después regresaron los DC con Jaime Montoya Ugarte. Al año siguiente fundamos Izquierda Universitaria (IU), a la par que los Frentes Estudiantiles Social Cristianos (FESC), en universidades nacionales. En la FEPUC (1962 y siguientes)  continuamos otros DC, con autonomía del PDC, miembros de IU: Armando Zolezzi Möller, Rafael Roncagliolo Orbegoso, Henry Pease, Manuel Bernales Alvarado (en el año del cincuentenario de la PUCP), Javier de Belaúnde (luego pierde Carlos Blancas Bustamante), y el último del periodo fue “el Chema” Salcedo. Después sucede la hegemonía de marxistas cristianos o católicos socialistas con, entre otros, Javier Diez Canseco Cisneros, Ángel Delgado Silva, “Cucho” Haya de la Torre de la Rosa y Jorge Nieto Montesinos.

Una vuelta atrás: en los sesenta los partidos y movimientos católicos o de inspiración cristiana en todo el mundo, incluida el África Occidental, se partieron por choques entre sectores conservadores. Aquí los fundadores de la DC, mayormente del Grupo de Lima, crearon el PPC. En 1971 ante la intolerancia de un sector llamado “cornejista”  que por 14 votos hizo presidente del PDC a Lucho Gómez Sánchez Boza contra Bernales Ballesteros. Nos fuimos y creamos un efímero Movimiento Socialista Comunitario (MSR), cuya Declaración incorporó aportes de Alfredo Filomeno, Enrique Bernales, Henry Pease, Rafo Roncagliolo, Chema Salcedo y yo, quienes por lo demás éramos escribientes, no únicos, de planteamientos en la DC, los FESC en todo el país y la IU de la PUCP. En esta vertiente convergimos hasta la ruptura de la IU en el Congreso de Huampaní, después de la cual aumentó la diáspora. En casos destacados, ex DC y otros que permanecieron  fueron ministros del primer García, los gobiernos de Fujimori, y otros de los gobiernos de Toledo y Humala.

Barrantes y Bernales, insisto, entre otras personas civiles y militares, mujeres y varones, coincidieron en una visión amplia de ciudadanía pluralista popular y nacional (hegemonía del pueblo, le llamaría González Casanova), no dogmática ni totalitaria; humanismos de origen laico y religioso; con un valor axial de justicia social y democracia. Reunieron sus esfuerzos, insisto, con otras personas, muchas de las cuales felizmente viven y siguen en la brega, en Convergencia Socialista, PSR, PKR de Manuel Dammert, no partidarizados marxistas y cristianos, Béjar, Guerra García Cueva y Tapia. Fueron rehaciéndose tras derrotas y disputas  y hubo ASI, IS, y otras entidades, no pocas respondiendo a la manía de grandeza del partido propio. Hasta que Pease GY por IU saca más votos que Barrantes y este se retira de la política partidaria.

Bernales fue senador. Presidió la Comisión Especial sobre el estudio de la violencia en el Perú, antes  de que existiera la CVR. Rolando Ames Cobián, destacado católico intelectual orgánico, también ex DC de los años sesenta, entonces independiente de la IU,  encabezó la Comisión sobre los sucesos de los penales; excelentes trabajos de campo y gabinete que deben ser revalorados. Valentín Paniagua Corazao, Presidente, ex DC, luego en AP, ex presidente de la Federación Universitaria Cusco, y también Pepe Tamayo Herrera, que fue presidente, deben ser mencionados.  Después de Paniagua, hubo y hay congresistas supervivientes de los naufragios y luchas de ese movimiento popular que tuvo todas las sangres del Perú. Y por ello su fuerza y su debilidad. En el sentido griego sigue en agoné.

Válgome de Henry Pease GY para cerrar este racconto, esperando que amigos de mejor pluma y memoria, como Alfredo Filomeno Jarrín, consecuente amigo de Barrantes y Bernales, tercer secretario general del PSR, luego de Antonio Meza Cuadra y Bernales, y directivo de la IU, enmienden y mejoren para una crónica política y cultural del Perú contemporáneo:

“…..nadie ha podido presentar una denuncia sobre su gestión. Él demostró que el camino de la honradez es el único que tiene vigencia…..Henry Pease Garcia Yrigoyen.

¡Hasta siempre, Frejolito y Quique!